Filipinas recibe a su reina
Miss Universe 2015, Pia Alonzo Wurtzbach, paralizó ayer las avenidas de Manila durante su recorrido en una enorme carroza desde donde saludó a miles de filipinos
Miles de filipinos agasajaron ayer con un gran desfile en Manila a la nueva Miss Universe, su compatriota Pia Alonzo Wurtzbach, que saludó efusivamente durante varias horas a sus fervientes seguidores en medio de fuertes medidas de seguridad.
La belleza filipino-alemana, que llegó a Manila el sábado pasado, se trasladó por las avenidas más céntricas de la capital de su país sobre una enorme carroza, que imitaba la corona de Miss Universe, en medio de un mar de ciudadanos.
La ganadora de Miss Univer- se 2015, ataviada con la imponente corona y un tradicional vestido filipino, estuvo rodeada durante todo el evento por bandas de música, coloridos grupos de baile, abundante confeti y miles de pancartas con mensajes de apoyo de los filipinos, que coreaban histéricos su nombre.
Un importante dispositivo de seguridad, formado por decenas de vehículos de la Policía de Filipinas, también acompañó la carroza de Wurtzbach, lo que dificultó su traslado por algunas de las principales avenidas, donde se había prohibido la circulación desde el mediodía.
Wurtzbach no había pisado aún Filipinas desde el pasado 21 de diciembre cuando se hizo con la corona de Miss Universe en una accidentada ceremonia en la que el presentador, Steve Harvey, inicialmente nombró por error a Miss Colombia, Ariadna Gutiérrez, como la ganadora del certamen.
Antes del desfile en Manila, Wurtzbach recibió de manos del alcalde, el expresidente Joseph Estrada, la llave de la ciudad y fue declarada “hija adoptiva” de la capital.
Después, fue recibida por el presidente del Senado de Filipinas, Franklin Drilon, quien le hizo entrega de una copia de la resolución legislativa 111, que reconoce el “honor y orgullo” que ha llevado al archipiélago asiático con su victoria en Miss Universo.
El texto reza que la actitud positiva de la filipina y su determinación son un ejemplo para el pueblo, especialmente para los más jóvenes, y una prueba de que ningún sueño es imposible de cumplir.
Las importantes victorias de las representantes filipinas de los últimos años, como las de Megan Young en Miss Mundo y Bea Santiago en Miss Internacional, ambas en 2013, han intensificado más si cabe la afición del país a estos concursos.