Indulto a publicista que incomoda
Por más vueltas que le doy al asunto del indulto que el gobernador Alejandro García Padilla le otorgó al publicista Edgardo Palerm Cruz, llego a la conclusión de que algo no cuadra.
El asunto simple y sencillamente no huele bien e insulta la inteligencia.
Tras no haber cumplido ni un día de cárcel por su acción y beneficiarse de las ventajas de los recursos de apelación, el Gobernador despacho el asunto como “quejas infundadas de personas atrapadas por el rencor y el deseo de la venganza”. No conforme con ésto, el mandatario dijo en tono airado, que decidió otorgarle el indulto tras haber sostenido un encuentro con Palerm y convencerse de que estaba rehabilitado.
Con todo el respeto que tiene nuestro Gobernador saliente, ¿cuáles fueron esos factores que él notó o pudo analizar para llegar a tal conclusión?
El primer ejecutivo no consultó a un especialista que pudiera dar algún informe en esa dirección. Peor aún, esta semana trascendió que nunca consultó a la Junta de Libertad Bajo Palabra que tiene jurisdicción sobre estos casos.
Aunque la Constitución le da poderes absolutos para que el gobernante obvie este trámite, sería más seguro seguir el proceso de que sea la propia Junta la que investigue y prepare un informe a favor o en contra. Simplemente no se hizo.
En menos de tres semanas, se tramitó todo para consumar el acto que ha puesto en brote a medio mundo.
Hiere la retina leer que durante el pasado fin de semana, García Padilla estampó su firma en la ley Mayra Elías. La medida activa un tipo de señal, a difundirse a través de los medios, para alertar a los conductores de que ha ocurrido un acto de El proyecto de ley busca hacer justicia en casos como el de Mayra, atropellada por un conductor tan irresponsable como Palerm.
Impone fuertes normas que incluyen cárcel y que de seguro, castigarán a infelices que lleven por apellido Rodríguez o Rivera y quienes no contarán con la plata del Sr. Palerm para evadir la justicia.
Esto me da náuseas, pues en verano la Comisión para la Seguridad en el Tránsito me invitó a ser portavoz de su campaña de orientación sobre las consecuencias de guiar borracho y ser sorprendido guiando bajo los efectos del alcohol.
Además, la iniciativa destacaba el castigo severo de la cárcel para todo aquel violador, que incluso atropellara a alguien.
Fue una campaña bien pensada, metódicamente diseñada y ampliamente proyectada en redes sociales así como en medios. Estoy seguro que el director de esta oficina, don José Delgado, sintió que enmarcaba un mensaje correcto y directo. Es posible que el mismo balde de agua fría que sentí sobre mí, lo sintió él, al escuchar los pormenores del indulto. El otro punto fatal es el Escoger la Navidad para esto, no tiene perdón. Es la época navideña donde se redoblan los esfuerzos para proyectar el mensaje preventivo mientras el Sr. Palerm anda lo más campechanamente en nuestras calles sin haber sentido las consecuencias de sus actos.
Al publicista se le premió, pero al hijo de Alfred D. Herger, quien mostró un arma de salva a unos conductores, lo metieron preso y cuando lo sueltan, lo amarran a un grillete electrónico. A ese, no lo indultan. No mató a nadie, pero los dos muertos de Palerm y sus familias no logran descansar.
Esa mancha va a perseguir a García Padilla.