IRÁN EN ALZADA CONTRA Una jueza no halló causa contra el religioso acusado de abusar sexualmente de un feligrés
La Fiscalía de Bayamón solicitó una vista preliminar en alzada en el caso que lleva contra el sacerdote José Antonio Santiago Santos por cargos de agresión sexual, luego de que la jueza Agnes Orriola, del Tribunal de Bayamón, dejó sin efecto la determinación de causa contra el hombre conocido como Padre Chelo.
Según información provista por el Departamento de Justicia, el martes en la tarde se llevó a cabo la vista preliminar contra Santiago Santos en la Sala 405 del Tribunal de Bayamón y la jueza no halló causa para juicio contra el religioso.
El Ministerio Público estuvo representado por la fiscal María Rossy Caballero y sentó a declarar a la persona identificada como víctima, a una neuróloga, a una sicóloga, y a la agente investigadora del caso.
La defensa del sacerdote presentó a tres testigos feligreses de la parroquia católica Espíritu Santo, ubicada en la urbanización Bella Vista en Bayamón.
Inicialmente, el tribunal escuchó la prueba y la argumentación que presentó la Fiscalía, así como la argumentación de la defensa, y determinó causa para juicio contra Santiago Santos.
Sin embargo, Justicia infor- mó que la defensa pidió reconsideración mediante argumentación y, a pesar de que la Fiscalía refutó la petición, la jueza escuchó dicha argumentación, reconsideró su determinación y decidió dejar sin efecto la determinación de causa.
A raíz de la decisión, el Ministerio Público pidió en corte abierta una vista preliminar en alzada y fue pautada para el 23 de enero.
La Administración de Tribunales confirmó que no se había determinado causa contra Santiago Santos y que se había ordenado que se le removiera el grillete electrónico.
Santiago Santos fue acusado en agosto de agresión sexual contra un feligrés ciego. Se trata de un hombre de 31 años, pero con la edad mental de un niño, quien habría revelado a su hermano que el cura abusó sexualmente de él en el templo.
El caso fue presentado ante el juez José Banuchi, quien determinó causa para arresto, fijó fianza de $50,000, y ordenó mantener bajo supervisión electrónica al hombre, quien fue relevado de su función de cura temporalmente.