QUIEREN PREVENIR LOS CRÍMENES DE ODIO
Organización Amare educará sobre los riesgos y la importancia de crear redes de apoyo
Los crímenes de odio ocurren en Puerto Rico; no hay estadísticas porque la Policía ni alguna otra autoridad los registra como tal, pero eso no quiere decir que es imposible hacer algo al respecto.
Esa es la premisa de la que parte la organización Amare, que busca orientar sobre las formas de defenderse ante actos y crímenes de odio.
La entidad también trabaja para llevar el mensaje sobre los riesgos de los prejuicios, de manera que se puedan evitar actos de violencia.
“Uno de los problemas principales que tenemos es que los crímenes de odio, que pueden ser motivados por tu orientación sexual, por ser migrante, por ser mujer... se ven como mínimos... El otro te discrimina por algo que está en tu naturaleza. Cuando eso sucede, cuando esa conducta se ignora se normaliza el prejuicio y la violencia”, dijo laorganizadora comunitaria Paloma Hernández, quien junto a Javier Andrés Córdova trabaja con Amare.
Aquí apenas hay un caso probado en el tribunal con el agravante de crimen de odio, que fue el del estilista Michael Rodríguez Fernández, de Santa Isabel, y fue porque los responsables de su asesinato confesaron que lo mataron por su orientación sexual.
En el terrible caso del joven Jorge Steven López, quien fue torturado y mutilado, no se impuso el agravante de crimen de odio, aunque era obvio que se trató de un asesinato motivado por prejuicio.
“Hay quien dice que todos los crímenes son de odio porque nadie mata por amor, pero la realidad es que el impacto es diferente porque atacan a una persona de ‘x’ comunidad de forma aparatosa”, agregó.
La falta de precedentes lleva, además, un mensaje equivocado de que si eres homosexual, si te metes con una persona bajo engaño, como quiera que se entienda eso, otro tiene el derecho de matarte.
“A nivel legal en Puerto Rico, las personas de la comunidad LGBTT han sido las que más han visibilizado el problema. Pero cuando llegan a tribunales, los casos se caen porque no los trabajan como debieran. Los testigos y familiares se quedan sin apoyo porque carecen de servicios. No se registra, no se recoge data, la forma del manejo de acceso, es nefasta de ahí que se trabaje en aras de prevenirlo”, explicó Hernández.
Amare comenzó este una serie de actividades en distintos municipios para trabajar con este problema.
Hernández indicó que la iniciativa de encabezar jornadas de educación surgió cuando Donald Trump aun era candidato presidencial en los Estados Unidos, y sus discursos se llenaron cada vez más de odio contra las personas de la comunidad LGBTT, los migrantes y las mujeres.
“La organización Open Society comienza a notar esa tendencia y cómo este señor (Trump) plantea abierta y descaradamente sus prejuicios contra estas comunidades (y) crean un presupuesto para dirigirlo a prevención... De ahí el Proyecto Matria, que lleva 13 años trabajando con poblaciones vulnerables de mujeres, hace una propuesta, nos otorgan fondos y surge Amare”, relató Hernández.
La meta de la organización es atender grupos, comunidades, escuelas, iglesias y cualquier otra organización para enseñarles qué constituye un crimen de odio, cómo crear redes de apoyo y adiestrar intercesores que ayuden a las víctimas cuando reclaman justicia en los tribunales.
“Hay carencia de sensibilización y consciencia acerca de los crímenes de odio. Si rompes con unas normas, te expones a una cadena de violencia y agresiones completamente innecesaria porque tenemos derecho a ser como querramos, sin que eso signifique la forma en que nos van a matar o a obligar a vivir” PALOMA HERNÁNDEZ ORGANIZADORA COMUNITARIA AMARE