NO PROSPERA GOLPE MILITAR VENEZOLANO
CARACAS. La Asamblea Constituyente de Venezuela suspendió la sesión que tenía prevista para ayer en la que se esperaba que fuera instalada la llamada “Comisión de la Verdad” para empezar a establecer responsabilidades por hechos violentos en las manifestaciones antigubernamentales, de los que el Gobierno acusa a la oposición.
La suspensión de la segunda sesión de la asamblea constituyente conformada solo por chavistas se hace en el marco de una situación irregular que se presentó en el estado Carabobo, donde un grupo de militares rebeldes tomó el Fuerte Paramacay, un levantamiento que fue controlado por la milicia leal al presidente Nicolás Maduro.
Esta situación dejó, por el momento, una persona fallecida, un herido de gravedad, y siete detenidos.
El jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, almirante Remigio Cedeño, informó que en el fuerte militar Paramacay de la ciudad de Valencia, estado Carabobo, se registró un ataque al que calificó como “terrorista”.
“La canalla nuevamente fue derrotada. Re- cuerden que la patria quiere estar en paz”, dijo el comandante del Ejército, mayor general Jesús Suárez Chourio, exmiembro del grupo de seguridad del fallecido presidente Hugo Chávez, en un video que difundió el exgobernador de Carabobo, Francisco Ameliach.
Mientras, Luisa Ortega insistió ayer en que sigue siendo la fiscal general de Venezuela y afirmó que su remoción fue ordenada por el Ejecutivo a la recién instalada Asamblea Constituyente, decisión que desconoce porque, a su juicio, es “ilegítimo” el órgano que reescribirá la Carta Magna.
“Atendiendo a la orden que dio el Ejecutivo procedieron a remover de manera ilegítima a la Fiscal General. Yo desconozco esa remoción, sigo siendo la Fiscal General de este país”, dijo Ortega en un acto denominado en “Defensa de la Constitución”, en el que no estaba prevista su participación.
A su vez, Juan Carlos Gutiérrez, uno de los abogados del líder opositor venezolano Leopoldo López, se mostró ayer convencida de que su cliente fue devuelto a su arresto domiciliario, después de haber permanecido menos de una semana en una cárcel militar, gracias a la presión política y mediática que se produjo a nivel internacional.