¿Qué exámenes debes hacerte A PARTIR DE LOS 50?
La visita al doctor no debe dejarse sólo para cuando sufres algún quebranto de salud. Acudir a tu médico de cabecera cada año para una revisión de rutina puede ayudar a detectar a tiempo condiciones que, si no se atienden en sus inicios, pueden causar grandes problemas.
Una mujer de 50 años en riesgo promedio que no presenta antecedentes personales de cáncer de seno, antecedentes familiares o una mutación genética conocida que aumente el riesgo de este cáncer (como BRCA) debe realizarse una mamografía cada año, según las recomendaciones de la Sociedad Americana del Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés).
El papanicolau o citología del cuello de útero es un examen cuyo fin es detectar en forma temprana alteraciones del cuello del útero, que pueden llegar a convertirse en cáncer.
La ACS señala que las mujeres entre los 30 y 65 años de edad deberán hacerse una prueba de Papanicolaou junto con una prueba del VPH cada cinco años o una prueba de Papanicolaou sola cada tres años.
Las guías de salud federales recomiendan que la mayoría de los hombres y mujeres deben realizarse una colonoscopia cada 10 años, comenzando a los 50 años.
Las pruebas de heces también pueden detectar cáncer, pero las colonoscopias detectan mejor los tipos sospechosos.
La hipertensión es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular. Sin embargo, es asintomática. Descubrir la presión arterial alta y tratarla oportunamente puede ayudar a prevenir enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, problemas oculares o enfermedad renal crónica. Todos los adultos mayores de 40 años deben medir una vez al año su presión arterial.
A partir de los 50 años puedes tener más problemas con la vista, como glaucoma, cataratas o degeneración de la mácula. En esa etapa, la mayoría de las personas comienzan a requerir anteojos para ver de cerca. A partir de ese momento, se aconseja realizar controles preventivos aproximadamente cada dos años.
La osteoporosis, o la disminución de la masa ósea, hace que los huesos se quiebren con facilidad. Esta afección es más común en las mujeres que en los hombres. Después de que las mujeres pasan por la menopausia, sus huesos pueden volverse más propensos a quebrarse. Los análisis de densidad de hueso, como la densitometría, ayudan a detectar la osteoporosis.