OTRA VEZ CAMPEÓN

El boricua disfrutó el título con el Cibao por los elementos profesionales y personales que vive

Lino Rivera disfrutó de manera especial su título en Dominicana

Luego de ganar el título con las Águilas del Cibao, el dirigente ríopedrense Lino Rivera tomó ayer loco de contento el avión hacia México con la intención de ganar el único campeonato en el que ha dirigido y no ha ganado, la Serie del Caribe.

Como un libreto, Rivera fue recibido en el avión por los Criollos de Caguas, y el encuentro tomó forma de la escena de la Guagua Aérea.

“Me recibieron los Criollos, encabezados por Raúl Rodríguez (dueño), Luis Matos (dirigente) y los jugadores. Me recibieron con una alegría extraordinaria. Me sentí afortunado, como niño con juguete nuevo”, contó Rivera.

Estaba programado desde diciembre pasado, que el equi- po campeón de Puerto Rico, que resultó ser Caguas, haría escala en Santo Domingo para recoger al equipo campeón de Dominicana, que resultó ser el de Rivera, en camino a México, en donde hoy comienza la Serie del Caribe.

Rivera ganó su primer título en Dominicana y lo une a campeonatos invernales que consiguió antes en Puerto Rico con los Gigantes de Carolina y los Criollos de Caguas, así como otros logrados en México con Culiacán y otros equipos.

Pero el más nuevo es muy especial. Guió a las Águilas al primer campeonato en 10 años, una sequía rara para el club que ahora tiene 21 títulos nacionales. Y lo logró al superar en un juego decisivo en el

round robin y, posteriormente, otro juego decisivo en la final ante el rival más grande las Águilas, los Tigres del Licey, que eran locales.

“Dicen que me van a hacer un momento en Santiago”, dijo Rivera señalando a la ciudad sede las Águilas. “Había una sequía y este título me va a poner en un lugar muy bonito”.

Profesionalmente, el mero hecho de retener el puesto de dirigente en las Águilas fue un reto para Rivera.

“Pasamos momento difíciles. (El despido) siempre estuvo latente. No se podía caer en una racha porque me querían volar la cabeza”, dijo Rivera.

Todo eso sucedió en un año, personalmente tormentoso para Rivera. Según relató, hace tres meses perdió a su hermana por cáncer, luego su padre sufrió un derrame y Puerto Rico sufrió el azote del huracán María. Todo ese peso de alguna manera fue liberado con el campeonato.

“Fui a Puerto Rico a ver a mi hermana y le dije que el campeonato sería suyo”, indicó Rivera, quien antier escribió una dedicatoria póstuma para su hermana, la que fue publicada en las redes sociales.

Todo, desde lo profesional a lo personal, hizo el título uno célebre para Rivera.

“Cada uno tiene su sabor. Represento mucha gente, de Puerto Rico y Dominicana, por lo que este campeonato tiene que estar entre los más importantes. A mi hermana le hablé en su mejor momento y le dije que iba a dedicar el campeonato”, expresó.

Ahora Rivera dirigirá a las Águilas en la Serie del Caribe, en donde chocarán contra los Criollos de Caguas, de su País, así como a los Tomateros de Culiacán, ambos parte de su resumé campeonil.

“Como cosa curiosa, dirigí a Culiacán y a Caguas. Me siento bendecido por Dios”, destacó Rivera, quien está casado con una mexicana.