MOMENTO MÁGICO
El sol iluminó ayer el rostro del faraón Ramsés II en el interior del templo de Abu Simbel en Egipto, un fenómeno que ocurre dos veces por año, en la conmemoración del 50 aniversario del traslado pieza por pieza de este colosal monumento. Cientos de turistas procedentes de todo el mundo madrugaron o no durmieron para sacar una foto con el faraón tres milenios después de su reinado.