SENADO DICE SÍ A LIMITAR ABORTOS
Pese al rechazo de feministas
El Senado aprobó ayer, en votación partidista de 20 a favor y 9 en contra con el rechazo de las minorías y de la senadora novoprogresista Zoé Laboy, el P del S 950 que busca limitar aquí el derecho al aborto.
Además, la mayoría senatorial que controla el Partido Nuevo Progresista (PNP), ratificó el P del S 1000 que prohíbe que menores de edad sean sometidos a terapias para modificarles su orientación sexual.
Esta medida recibió 20 votos a favor de senadores de mayoría y minoría y siete en contra de senadores PNP, incluyendo al presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz; se abstuvieron otros dos senadores de la Palma.
Ambos proyectos pasan ahora a la consideración de la Cámara de Representantes.
El portavoz de la minoría del Partido Popular Democrático (PPD), Eduardo Bhatia, puso en duda el objetivo del P del S 950, que se haya aprobado en la víspera del Día Internacional de la Mujer y que se debatiera conjuntamente y con las gradas cerradas al público.
El P del S 950 como quedó aprobado establece que menores de 18 años necesitan el consentimiento de su madre, padre, tutor legal o autorización de un tribunal para terminar un embarazo.
Esta medida extendía el consentimiento hasta los 21 años, pero el senador penepé Miguel Romero propuso una enmienda a última hora para que se bajara a los 18 años.
El único senador por el Partido Independentista Puertorriqueño, Juan Dalmau, dijo que no se sometió evidencia médica sobre mortandad de muje- res en clínicas de terminación de embarazo y opinó que la medida “es peligrosa”, pues limita el derecho de la mujer a su intimidad, reconocido por la jurisprudencia.
Además, Dalmau advirtió que los menores podrían recurrir “a la peligrosísima práctica del aborto clandestino”.
“Esto no es asunto de Dios ni del diablo, sino de preservar los derechos de la mujer dentro de un ambiente saludable”, planteó, por su parte, el senador independiente, José Vargas Vidot.
“¿Existe una epidemia de aborto de menores o simplemente vamos a legislar por legislarlo?”, inquirió el senador popular Cirilo Tirado.
La novoprogresita Nayda Venegas Brown, autora del P del S 950, exclamó que “ojalá que fuera un proyecto para prohibir el aborto” y comentó que no se trata de “un proyecto religioso”.
“No me molesta que digan que yo soy pastora, cuando hice campaña todo el mundo lo sabía”, exclamó.
“Qué bueno que Dios acomoda todas las cosas y en esta Semana de la Mujer tenemos como regalo esta discusión que debió haberse dado hace 45 años. Aunque una minoría está en contra, la mayoría entiende que hay que hablar de la preservación de la vida y del bebé”, dijo Venegas Brown.
El P del S 1000 también sufrió una enmienda que propuso Laboy en un intento por lograr los votos de los senadores de minoría que suscribieron con ella la medida.
El nuevo lenguaje dejó clara la prohibición de las terapias de conversión porque el texto permitía que los menores pudieran ser llevados ante consejeros religiosos.
“Les certifico aquí que las terapias
“Creo que desde que se fecunda hay vida y no puedo patrocinar nada que le ponga fin a una vida” THOMAS RIVERA SCHATZ PRESIDENTE DEL SENADO
de conversión se están dando en Puerto Rico. Hay personas que por vergüenza no se atreven decirlo y eso que pasa les sigue para el resto de su vida. El problema de las terapias de conversión es que el mensaje que le llevan a esos niños es que ‘no vales’, ‘que tienes que cambiar tu orientación sexual’, ‘tu familia se avergüenza de ti’”, argumentó Laboy, a quien se le quebró la voz mientras debatía.
Dijo que la medida defiende a la comunidad LGBTTIQ+ y “si eso me hace liberal, seguiré siendo liberal, pues creo que en la diversidad está la fuerza de Puerto Rico”.
Bhatia comenzó su turno indicando que votaría en contra de ambas medidas, pero luego de escuchar la enmienda de Laboy indicó que favorecería el P del S 1000.
“Puerto Rico se une a las comunidades en el mundo entero que ya han declarado que la homosexualidad no es una enfermedad”, expresó Bhatia.