JAMAQUEÓN DE ADVERTENCIA
● Temblor de magnitud 4.6 registrado ayer evidencia la necesidad de revisar los códigos de construcción en el País
El gobernador Ricardo Rosselló urgió reevaluar los planes de construcción en el país tras el temblor de magnitud 4.61, registrado en la mañana de ayer al sur de la Ciudad Bruja.
Asimismo, señaló que no se reportaron daños mayores, con excepción de una pared que se cayó en el Hospital Menonita de Guayama y algunas grietas registradas en la Escuela Manuel Martín Monserrate de Santa Isabel.
“Ciertamente, es una preocupación por lo que pudo haber pasado. Recordarán cuando hicimos la cumbre de respuesta (Primera Cumbre de Preparación y Respuesta ante Emergencias y Desastres), establecimos que no queríamos solamente estar listos para un huracán, sino para un temblor y un terremoto, o sea, que la reconstrucción va en esa dirección, pero es un recordatorio de que Puerto Rico está muy cercano a una falla y que debemos estar preparados para este tipo de temblor o uno más grande”, reconoció el mandatario.
“El compromiso es utilizar los recursos para la reconstrucción con el nuevo código de construcción, entre otras cosas, para que sea uno que pueda aguantar este tipo de embate y nos permita salvar vidas. Parte del trabajo que se está haciendo con FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias) es una aportación por sector para poder invertir en planteles de la manera que amerita”, manifestó el gobernador.
Rosselló insistió en que “hay muchos planteles escolares viejos que no están a código”.
Las expresiones del mandatario surgieron durante su visita a Guayama, donde se entregaron 300 vales de Sección 8 y Títulos de Propiedad. Luego, inspeccionaría las áreas afectadas por el movimiento telúrico, junto al alcalde Eduardo Cintrón.
“Hasta el momento, no han reportado ningún incidente, salvo una pared que se cayó en un hospital y un plantel escolar sufrió una serie de grietas”, apuntó Rosselló.
Momentos de tensión
En Santa Isabel, unos 266 estudiantes y personal de la Escuela Intermedia Manuel Martín Monserrate desalojaron el plantel tras sentir el remezón.
La acción fue parte del protocolo de seguridad durante el episodio que afectó emocionalmente al menos a tres estudiantes, los que luego se integraron al resto de la matrícula en el exterior del edificio.
Aunque los daños reportados fueron menores, el temblor agrietó seis áreas de la estructura inspeccionada por el Cuerpo de Bomberos de Puerto Rico y la Oficina Municipal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres.
Allí se registraron grietas en una de las rampas, en el baño exterior, el salón de artes industriales, una de las columnas del comedor escolar, otra en la oficina de terapias, una de las vigas que se separó de la pared del pabellón, entre otras que ya eran existentes.
Sin embargo, los estudiantes continuaron con el calendario académico, ya que la situación no tuvo mayores consecuencias.
“Tan pronto pudimos enviar a los estudiantes y velar por la seguridad de ellos, enviamos una maestra para que llevara el mensaje a través de las redes sociales, para que los padres supieran que todo estaba marchando bien, que no había ningún riesgo”, estableció la directora Aida G. Santiago Arocho.
“Tres estudiantes empezaron a llorar y cuando los maestros los identificaron, lo que hicieron fue cogerlos por las manos y según iban en el desalojo se les iba hablando, pero rápidamente se ajustaron”,
El compromiso es utilizar los recursos para la reconstrucción con el nuevo código de construcción, entre otras cosas, para que sea uno que pueda aguantar este tipo de embate y nos permita salvar vidas”
RICARDO ROSSELLÓ / GOBERNADOR
“Tres estudiantes empezaron a llorar y cuando los maestros los identificaron, lo que hicieron fue cogerlos por las manos y según iban en el desalojo se les iba hablando, pero rápidamente se ajustaron”
AIDA G. SANTIAGO AROCHO DIRECTORA ESCUELA MANUEL MARTÍN MONSERRATE, SANTA ISABEL
agregó la directora escolar.
En tanto, el sargento Aderman Cotto, del Cuerpo de Bomberos de Puerto Rico, confirmó que la mayoría de las grietas eran existentes, ya que no encontraron partículas de cemento, ni de otros materiales en los lugares reportados.
“Lo que sí es que se acentuaron más (las grietas). Por ende, decidimos que como son lugares aislados, en lugares pequeños, acordonamos el área, le recomendamos a la directora que esa área no se utilizara ni recibiera estudiantes ni personal hasta que un ingeniero certificara que la estructura estaba apropiada para recibir personas”, explicó Cotto.
“Podemos ver en las manchas de agua que eso era una grieta que estaba, porque si podemos ver por fuera, no se amarró con el otro salón cuando se construyó en un principio”, reveló Cotto al mostrar las grietas en los baños exteriores.
Cabe destacar que las áreas agrietadas corresponden a estructuras que se construyeron hace menos de diez años, pues el plantel antiguo quedó intacto.
Según Cotto, no se reportaron más incidentes en Santa Isabel a raíz del temblor.
“Solamente en los centros Early Head Start de Quintana, porque el personal entró un poco en pánico con lo que sucedió. Ellos estaban reunidos y muchos no habían tenido la experiencia de estar en un segundo piso y recibir el movimiento de tierra, y estaban un poco aturdidos”, resaltó el funcionario del Cuerpo de Bomberos.