EN MILWAUKEE ESTÁN DE FIESTA
MILWAUKEE. Hunter Trimmel hace cinco años no podía encontrar quien aprovechara sus taquillas de abonos disponibles para juegos en los que él no podía ir.
Con temporadas perdedoras año tras año, los Bucks pasaron a ser casi el equipo olvidado de Wisconsin, en donde casi todos los equipos viven a la sombra de los Green Bay Packers de la NFL.
Pero ahora los Bucks son la taquilla más caliente de la ciudad porque tienen una brillante nueva cancha, una súper estrella que está en camino a ser la nueva cara de la NBA y porque desde hoy juega en su primera serie final de conferencia desde el 2001.
El partido uno de esa serie será esta noche en casa ante los Raptors de Toronto.
Trimmel, de 37 años, estaba entre cientos de fanáticos que fueron a la plaza que hay frente al Fisery Forum cuando los Bucks jugaron ante Boston el quinto juego de su serie semifinal de conferencia. La plaza, repleta de bares y pantallas de televisión jumbo, es hoy día un lugar inaccesible por lo repleto que está el lugar. Trimmel, un fanático de los Bucks desde el 1992, dice que la atmósfera en el lugar es una nueva experiencia.
“Odio decirlo pero nosotros nos sentíamos como fanáticos de un equipo de liga menor por mucho tiempo”, dijo Trimmel.
Ahora es una era dorada en Milwaukee. Los Bucks son contendores tan solo un año después que los Cerveceros de Milwaukee estuvieron a un juego de llegar a la Serie Mundial, moviendo la balanza del apoyo deportivo hacia los dos equipos olvidados de la ciudad.
El éxito de los Bucks es muy especial. La franquicia solo fue campeona en la NBA en el 1971, cuando el equipo era estelarizado por las leyendas Kareem Abdul-Jabbar y Oscar Robertson.
Los Bucks fueron un equipo sólido en los 80, con siete campañas de más de 50 victorias antes de caer brutalmente a partir de los 90.