Toma en cuenta...
Solo completando las dos dosis recomendadas en los tiempos establecidos es que se logra la inmunización. La primera dosis es una vacuna y la segunda es un refuerzo. El 95 % de la eficacia de la vacuna de Pfizer-biontech se alcanza a los siete días de recibida la segunda dosis; el 94.1 % de eficacia de Moderna se logra a los 14 días. La primera vacuna provee un 50 % de protección, pero se desconoce la inmunidad que proporciona, por lo que es necesaria la segunda para obtener la eficacia comprobada.
Por requerimiento federal, al aplicarse la primera vacuna se crea un registro que contiene el dato de la fórmula administrada y establece la cita para la dosis subsiguiente.
Aunque las vacunas tienen un objetivo preventivo, tanto los pacientes con COVID-19 como los recuperados de la enfermedad deben recibir la vacuna, ya que, al momento, se desconoce la duración que confiere la vacuna. Esto aún no se ha documentado.
Pfizer-biontech hizo estudios clínicos a 43,500 personas y Moderna a 30,000. Ante la detección de mutaciones del virus ambas farmacéuticas han declarado que sus vacunas protegen de las mutaciones documentadas.
Luego de recibida la vacuna, no se pueden reducir las medidas de seguridad y prevención (uso de mascarilla, distanciamiento físico y lavado de manos) hasta pasados unos seis meses y alcanzada la inoculación masiva.
No puede haber renuencia a vacunarse. La reticencia a la vacunación puede ser el desconocimiento de la tecnología moderna. La tecnología MRNA utilizada es una de vanguardia e hizo posible, en once meses, tener una vacuna que en el pasado hubiese sido imposible. Es bueno saber que no es la primera vez que usamos la secuencia genética del genoma para hacer vacunas.