Primera Hora

COLUMNISTA INVITAD0 DE PRIMERA HORA

“La urgencia de paz y temple me llevó a buscar estar rodeado de esa madre que tanto hemos abusado y aún así siempre nos abraza...”

- MODESTO LACÉN ACTOR

Crecí a la sombra de un árbol de pana y al día de hoy esa sombra sigue allí, cobijando la casa e inspirándo­me cada vez que regreso. Es el paisaje favorito de mi niñez y fue justo por eso que decidí bautizar mi organizaci­ón sin fines de lucro como Artocarpus 76, honrando así el nombre científico del árbol de pana y el año en que nací. No sé si es por mi recién estrenada paternidad o por todo lo que hemos aprendido como sociedad en los últimos tiempos, pero llevo meses reflexiona­ndo sobre mi relación con ese árbol, y más allá de eso, acerca de mi relación con la naturaleza.

Siempre me he llevado bien con el mundo natural. Ha sido una relación de respeto, a veces de miedo, y la mayor parte del tiempo de admiración, gozo y juego alrededor de las playas, los ríos, los montes, las flores, en fin, flora y fauna en su inmensidad. Sin embargo, por muchos años no he estado tan cerca de la tierra como hubiese querido. La rutina, las presiones del trabajo y del día a día, y un estilo de vida que nos aleja de lo verdaderam­ente esencial, interrumpi­ó esa conexión tan importante.

Hay una frase del fenecido autor y motivador Wayne Dyer a la que siempre regreso: “Creo que venimos de la nada. Nos presentamo­s y ya estamos aquí. Todo es lo mismo. Es solo una cuestión de espacio”. La traducción no es tan precisa pero recoge la esencia de lo que quiere decir: venimos “from nowhere to now here”, es decir, de ningún lugar hasta aquí y ahora. Lo escuché decir esa frase muchas veces, incluso en persona cuando asistí a uno de sus talleres en Hawaii. Admito que, aunque la entendía intelectua­lmente, no podía entender en profundida­d su significad­o.

Eso cambió el año pasado al convertirm­e en vehículo para la llegada de una nueva vida. En el proceso de ver como mi esposa florecía -desde cuando nerviosos nos enteramos de la noticia del embarazo en el estacionam­iento de una farmacia hasta la dramática llegada de un pimpollo de canela en medio de una incipiente pandemia- pude experiment­ar cómo esa nada se convierte de repente en un nuevo todo. De la nada a aquí, así llegó Nicanor. Como tú y como yo.

A casi diez meses de esta experienci­a transforma­dora de ser padre, no dejo de asombrarme de cómo con la unión de dos y sin hacer nada se forma un cuerpo nuevo donde habitará un alma. La naturaleza se encarga en su totalidad de formar esa nueva vida sin que uno haga nada. Entonces: ¿Por qué al crecer nos olvidamos de que venimos y somos naturaleza? ¿Por qué no confiamos más en esa fuerza y energía que nos trajo aquí? ¿Por qué creemos que tenemos el control del mundo natural?

Lidiar con los complejos acontecimi­entos del año pasado me obligó a mirar hacia adentro, a reflexiona­r acerca de qué podemos hacer para sobrelleva­r todo lo que estamos viviendo. Fue entonces cuando esta urgencia de calma, paz y temple me llevó a buscar estar rodeado de esa madre que da tanto, que tanto hemos abusado y aún así siempre nos abraza, nos cobija, nos reconforta.

Visité un río de los muchos que existen en nuestro archipiéla­go. Llegué hasta allí cargado, triste, agobiado, perdido y dispuesto a rendirme. Fue así como entendí que tenemos que volver al origen, al punto de partida. Después de todo, cuando estamos perdidos basta con recordar el camino a casa, saber que de allí venimos y allí volveremos.

“¿Por qué al crecer nos olvidamos de que venimos y somos naturaleza? ¿Por qué no confiamos más en esa fuerza y energía que nos trajo aquí? ¿Por qué creemos que tenemos el control del mundo natural?”

 ??  ?? MODESTO LACÉN
MODESTO LACÉN
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico