“SU SACRIFICIO NUNCA SERÁ OLVIDADO”
Los policías Eliezer Hernández y Luis Salamán fueron despedidos en una emotiva ceremonia de ascenso póstumo
Solo el distintivo ruido de la radio policial abierta, sin nadie que respondiera, se escuchó luego de cada una de las tres llamadas desde el centro de mando a Eliezer Hernández Cartagena y Luis Salamán Conde, en lo que fue, quizás, uno de los momentos más simbólicos de la emotiva ceremonia de ascenso póstumo y despedida a los dos ahora sargentos de la policía municipal de Carolina, quienes fueron asesinados el lunes pasado por un criminal que también mató al sargento de la Policía estatal Luis Marrero
Díaz, también ascendido póstumamente en otra ceremonia separada.
En cada caso, luego de la tercera llamada sin respuesta, se escuchó una voz femenina confirmar que el sargento no estaba respondiendo. Después de una pausa, desde el centro de mando les dieron las gracias por su labor.
“Gracias por servir con honor, integridad y lealtad. Las agencias de ley y orden del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, la ciudad de Carolina, Tierra de Gigantes, les damos las gracias por su servicio… su sacrificio nunca será olivado… Descansen en paz. Centro de mando, fuera”, se escuchó a
través de la radio.
Las familias recibieron entonces las banderas que cubrían los féretros, y un niño hijo de Salamán recibió el sombrero de su papá.
A la ceremonia acudieron líderes de agencias de ley y orden municipales, estatales y federales, incluyendo al Departamento
de Seguridad Pública, la Policía de Puerto Rico, la Fiscalía Federal, el Negociado Federal de Investigaciones (FBI), la policía municipal de una veintena de municipios, así como la policía municipal de Carolina, y su alcalde José Carlos Aponte Dalmau.
Como parte de los actos de despedida, desde un helicóptero lanzaron pétalos de flores sobre los ataúdes cubiertos por banderas de Puerto Rico y los Estados Unidos. Más de un agente no pudo evitar que se le escaparan lágrimas en medio de tantas emociones.
Antes de anunciar oficialmente el ascenso póstumo a sargento de Salamán y Hernández, el alcalde Aponte destacó que sus acciones recordaban que, aunque vivimos en situación caótica, “existen personas íntegras, de compromiso inquebrantable”.
“La muerte física de nuestros compañeros policías tiene que convertirse en una inspiración para el pueblo de Carolina y de todo Puerto Rico. Para que cada día, no solamente los policías, sino todos trabajemos por la paz”, agregó Aponte, quien se dirigió en particular a los hijos de los sargentos y
“
En medio de tanto dolor, hoy queremos agradecer a este pueblo que nos ha abrazado con sus oraciones, con su amor...
JESSICA OCASIO CUÑADA DE ELIEZER HERNÁNDEZ
les pidió “que siempre vivan orgullosos de ser los hijos de dos impresionantes servidores públicos, que dejaron huella al hacer su trabajo más allá de lo esperado”.
Luego de la ceremonia la caravana fúnebre se dirigió al cementerio Borinquen Memorial, donde ambos cuerpos fueron sepultados, en medio de muestras de dolor y otro saludo, rodilla en tierra, de parte de policías.
Antes, de camino al camposanto, decenas de personas y familias que se habían parado a ambos lados de la ruta desafiando el fuerte sol de las primeras horas de la tarde, le dieron un último adiós a los sargentos mientras pasaba la caravana que los llevó a su lugar de reposo final.