Presión arterial
La presión alta, o hipertensión, es un importante factor de riesgo para las enfermedades del corazón. Por eso, es importante que la revises regularmente, al menos una vez al año, para la mayoría de los adultos, y más a menudo si ya te han diagnosticado con presión arterial alta.
Según el Manual de Medicina de Merck, mucha gente asocia la palabra “hipertensión” con tensión excesiva, nerviosismo o estrés. Sin embargo, en términos médicos, la hipertensión se refiere a la presión arterial elevada de forma permanente, independientemente de la causa.
Dado que no suele causar síntomas durante muchos años o hasta que un órgano vital resulta dañado, “la hipertensión se conoce como el ‘asesino silencioso’. Si encima está descontrolada, aumenta el riesgo de trastornos como accidentes cerebrovasculares, aneurismas, insuficiencia cardíaca, infarto de miocardio y enfermedad renal crónica”.
¿Cómo puedes controlarla? Primero, con dieta y ejercicio y, segundo, con medicamentos, cuando es necesario, pues no son pocas las personas que con solo bajar de peso logran controlar su problema de presión.
Todas las personas con presión arterial elevada deberían cambiar su estilo de vida. La decisión de recetar medicamentos se basa en el nivel de presión arterial real y en si la persona afectada sufre enfermedad cardiovascular ateroesclerótica o tiene un riesgo superior al 10 % de desarrollarla en los próximos 10 años.