“Debemos pensar si de la queja pasamos a la acción o si por el contrario nos quedamos en ella, sin hacer nada para enfrentarla”
La atención médica es algo que debería estar accesible a todos por igual. Cada vez que muere alguien por no recibir a tiempo un tratamiento que existe, es una tragedia para la humanidad. Aunque todos estamos de acuerdo con este principio, se hace muy complejo lograrlo. La desigualdad es evidente y chocamos con ella todos los días.
Ese fue el caso del joven Richard Vélez, de 15 años, quien conmocionó a todo Puerto Rico con su historia presentada por Wilenis Sepúlveda en Telenoticias.
Richard, junto a sus padres, se vio obligado a colocar una carpa frente a su casa para vender frutas y viandas, de lunes a sábado, y los domingos ofrecer servicios de limpieza de patios, en un esfuerzo por recaudar fondos para atender una condición de salud que amenaza con dejarlo sin visión.
Ofrecen servicio de entrega a domicilio que lo realiza el joven Richard en su bicicleta. “Los clientes me hacen la orden el día antes y cuando yo termino las clases, salgo en mi bicicleta a hacer las entregas”, contó Richard, libreta en mano, donde lleva la contabilidad del negocio. Su padre, en un tono pausado y sereno, explicó que los médicos han sido enfáticos en que su hijo perderá la visión si no recibe el tratamiento necesario.
La actitud que ha asumido esta familia ante la adversidad que viven es digna de elogio. No se cruzaron de brazos ni optaron por despotricar contra el sistema ni contra nadie. Por el contrario, se doblaron las mangas y comenzar a trabajar. No dejan de hacer los trámites correspondientes con el gobierno y otras entidades, los cuales ya han comenzado a rendir frutos, pero también el esfuerzo propio para identificar los recursos. Lo hacen con entusiasmo y optimismo, no quejándose ni señalando a nadie.
Ver a esta familia, sobre todo a este joven, enfrentado sus circunstancias con tanta determinación, nos obliga a la autoevaluación. Primero, si está dentro de nuestras posibilidades, agradecer las bendiciones de la vida aportando a causas cómo estás. Si puedes, auspiciar su kiosko comprando sus verduras o enviar algún donativo por ATH Móvil al (787) 454-3160.
Debemos ayudar a todos los que podamos, pero quienes demuestran empuje y ganas por salir adelante como Richard y su familia, merecen estar primeros en la fila. Debemos, además, ver si estamos enfrentando nuestros problemas, grandes o chiquitos, con igual actitud que esta familia. Si de la queja pasamos a la acción o si por el contrario nos quedamos en ella, sin hacer nada para enfrentarla.
Richard y su familia nos enseñan cuál es la forma correcta de vivir y luchar. Y cierran con broche de oro cuando la periodista le pregunta al joven qué mensaje tiene para quienes le compran sus verduras y él responde con su voz quebrada por el llanto: “Le voy dar muchas gracias, porque me están ayudando y cuando yo sea grande, voy a ayudar a otras personas también”.
¡Dios bendiga a Richard!
“La actitud que ha asumido esta familia ante la adversidad que viven es digna de elogio. No se cruzaron de brazos ni optaron por despotricar contra nadie. Por el contrario, se doblaron las mangas y comenzar a trabajar”