Primera Hora

EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS

El matrimonio de la alcaldesa de Loíza, Julia Nazario, ha superado duras pruebas

- FRANCES ROSARIO frances.rosario@gfrmedia.com

LOÍZA. Felo y Yulín se conocían desde pequeños. Fueron amigos por años y se contaban hasta sus problemas con otros novios. Una invitación que él le hizo a asistir a un juego de baloncesto cambió sus vidas. A los nueve meses le pidió matrimonio y dos meses más tarde ya estaban casados.

Sus primeros años como esposos fueron muy difíciles. Arrancaron hasta con la noticia de que no podrían tener hijos. La perseveran­cia, la comunicaci­ón, la comprensió­n y el trabajo en equipo han logrado que ese amor que la alcaldesa de Loíza, Julia Nazario Fuentes, y su esposo, el comerciant­e Félix Algarín Sánchez, se juraron hace ya casi 38 años perdure y que esa llama siga viva. Su historia de pareja, contada con motivo de San Valentín a orillas del Río Grande de Loíza, incluye lágrimas y sonrisas de complicida­d.

“Yo no sé si la juventud de hoy quiere esto. Yo no sé si para ellos nosotros somos anticuados. Lo que sí les puedo decir es que tener un compañero de vida da estabilida­d, da seguridad y tener un amor, una persona que te demuestre amor de la manera en que Felo me la demuestra, cuidándome de la manera en que él lo hace, debería ser el fin que cada persona busque. Una mujer sola puede tenerlo también, pero yo tengo la dicha de tener a mi lado a un gran compañero”, afirmó Julia, a quien le llaman Yulín.

Felo y la alcaldesa, que no usa su apodo para evitar confusione­s con la exalclades­a de San Juan, Carmen Yulín Cruz Soto, nacieron para la década de los años ‘50, cuando San Isidro era parte de Loíza y Canóvanas no era considerad­o un municipio. Aunque el comerciant­e se mudó a Río Grande en su infancia, nunca perdieron contacto. Sus madres eran amigas y se visitaban.

“La mamá de ella trabajó con mi mamá 20 y pico de años en fábricas en Carolina y por eso hubo esa relación”, contó Felo. Esa relación de amistad infantil se transformó en una historia de amor.

“Un día, ya adultos, Felo llegó a casa, que iba para un juego de baloncesto, si lo quería acompañar. Pero, realmente, no había como ningún interés. Era como la amistad que habíamos tenido. De hecho, me hablaba de sus novias y yo de los muchachos. Ese primer día comenzamos a salir”, afirmó.

Sus intencione­s no eran solo cultivar una amistad. Riendo, aceptó que desde esa primera vez sabía que “yo la quería para mí”.

Las salidas continuaro­n con cenas, bailes y otros eventos sociales. Julia no perdió oportunida­d y reveló que “yo creo que él se enamoró de mí primero”. No hubo una declaració­n formal. Todo surgió porque “uno empieza a tirar su poquito de maíz, como quien dice, hasta que llega uno al sitio”, contó Felo.

A los nueve meses, se enojaron. La alcaldesa llegó a pensar que sería el fin de la relación. Una llamada telefónica cambió la historia.

“Yo estaba trabajando cuando él me pidió que nos casáramos, por teléfono. Sí, no hubo una ceremonia oficial ni nada. Estábamos enojados y yo creo que él pensó que me iba a perder. Entonces, me llamó y me dijo que él me amaba y quería compartir el resto de su vida conmigo”, relató la alcaldesa.

Sorprendid­a por la propuesta, Julia añadió que “yo le dije que esa era la forma que él estaba buscando para contentarm­e. Yo le dije que eso lo teníamos que hablar más tarde y que yo creía que era la forma de él congraciar­se. Pero, me dijo que no, que era cierto. Nos vimos ese fin de semana y ya más formalment­e me trajo la sortija y me dijo que era en serio, y dos meses después nos casamos, un febrero 23”.

Felo contó que estaba “bien decidido (a casarse). Ahora miro que no fue en vano”.

“Estaba enamorado y encontré a la mujer correcta”, prosiguió quien describió a su amada como una mujer correcta, “bastante, bastante controlado­ra” y muy trabajador­a.

Pocos meses después de casarse, cuando tenía 26 años, a la alcaldesa le extrajeron sus órganos reproducto­res, debido a una situación de salud. Después, los problemas no cesaron en esos primeros años

“Felo cuida mucho de mí, porque yo soy eléctrica y él como que me da calma” JULIA “YULÍN” NAZARIO ALCALDESA DE LOÍZA

de matrimonio.

“Fueron cinco años muy difíciles, pero la perseveran­cia de estar ahí y de aprender a escucharno­s, a hablar, a lo que gustaba decirlo y lo que no también, ayudó”, indicó Julia, quien reveló que todas las pruebas que superaron las compartían en talleres matrimonia­les en Manresa.

Pero, la nobleza de Felo y su amor llevaron a que el matrimonio superara sus diferencia­s. Buscar ayuda y unirse a otras parejas estables también fueron clave. De hecho, la alcaldesa hasta confesó que su esposo tiene cuarto año de escuela superior y que este se fajó trabajando en su negocio, el Colmado Nuevo, en Río Grande, para que ella pudiese tener un doctorado en consejería de

“Estaba enamorado. ...bien decidido (a casarse). Ahora miro que no fue en vano” FÉLIX “FELO” ALGARÍN ESPOSO DE LA ALCALDESA

la Universida­d de Puerto Rico.

Las pruebas, sin embargo, no terminaron. A los 36 años, la alcaldesa fue diagnostic­ada con cáncer de seno.

“Fue estupendo el proceso de ayuda que Felo me dio en ese momento. Pero, cuando yo salí del hospital y me vi mutilada, eso es importante que los hombres sepan que la mujer se siente que la mutilaron… Entonces, yo comencé a esconderme de Felo. Me acostaba más tarde que él, me levantaba más temprano que él. Me cubría mucho para que él no me viera y comencé como a distanciar­me, en un proceso doloroso que pasa toda mujer que pierde sus senos”, reveló.

“Una tarde, eran como las 4:00 p.m., yo estaba sola en mi casa. Y Felo llega tarde, así que yo no lo esperaba. Por lo tanto, entro a bañarme y dejo todo abierto, y de momento corren la cortina de baño, y era Felo, que llegó a casa a confrontar­me. Nunca me voy a olvidar que él me miró y me dijo: ‘Tú no eres tus senos. Lo que yo amo de ti, está dentro de ti y sale de ti hacia afuera’. Me dijo una palabrota. ‘Te dejas de eso y comienza a ser la que eras en la casa, porque yo te voy a amar igual’. Y me dijo otra cosa, me dijo: ‘Aunque tú perdieras esos dos ojos que yo amo y adoro, yo te seguiría amando’. De ahí para acá, seguí bien. ¿Verdad mi amor?”, añadió Julia, mientras Felo dejó escapar las lágrimas.

Ambos confesaron que esta etapa marcó sus vidas y le dio mayor unidad.

“Felo cuida mucho de mí, porque yo soy eléctrica y él como que me da calma”, prosiguió la alcaldesa, quien crió a un sobrino desde los 10 años como su hijo y que también acogió con amor a una hija que ya su esposo tenía.

Tan importante es Felo para la alcaldesa de Loíza que hasta que no logró su aprobación, no comenzó su carrera política. “Le dije: ‘No quiero hacer esto sin ti’. Y me dijo: ‘Tú te lo mereces, porque has trabajado mucho’”, contó.

La alcaldesa está en su segundo término al mando de Loíza. La comida nunca ha faltado en el hogar. Felo reveló que, aunque sea un sándwich, su esposa le hace para que no se acueste sin comer.

Pero, más que su aportación, el secreto para este matrimonio duradero es la ayuda mutua. Yulín cocina y Felo frega o Yulín se enoja y Felo la calma. Las frases de amor tampoco faltan. La alcaldesa dejó escapar uno que otro “bebé” para referirse a su amado. Mientras, el ramo de flores para San Valentín y cumpleaños tampoco han cesado cada año de parte de Felo para su esposa.

“Ella es mi ser favorito”, concluyó el enamorado.

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Tras ser diagnostic­ada con cáncer de seno, el apoyo que recibió de su esposo fue vital para la alcaldesa de Loíza.
Mira el vídeo escaneando el código con la cámara de tu celular APOYO INCONDICIO­NAL Tras ser diagnostic­ada con cáncer de seno, el apoyo que recibió de su esposo fue vital para la alcaldesa de Loíza.
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Teresa.canino@gfrmedia.com

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