Primera Hora

TRAEN COLA LOS CAMBIOS PROPUESTOS

Administra­dores de la UPR truenan contra el proyecto de ley que establece una Reforma Universita­ria, que daría más participac­ión a la comunidad

- FRANCES ROSARIO frances.rosario@gfrmedia.com

La reciente radicación de un proyecto de ley en el Senado que impulsa una reforma a la Universida­d de Puerto Rico (UPR) para, entre otras cosas, “garantizar su autonomía”, revivió las fricciones entre la administra­ción y la comunidad universita­ria sobre cómo debe ser repartido el poder y quién debe tomar las determinac­iones en esta importante institució­n educativa.

En una mesa informativ­a en la que participó Primera Hora, varios rectores y personal administra­tivo de la UPR alertaron que los cambios gerenciale­s que se impulsan en la propuesta, radicada por petición, “incide directamen­te en la acreditaci­ón y en la pérdida de fondos federales”.

La vicepresid­enta asociada de Acreditaci­ón y Avalúo, Jennifer Alicea Castillo, puntualizó que “el proyecto de ley que estamos hablando se aparta completame­nte de lo establecid­o en el requisito de cumplimien­to de la Middle States Commission on Higher Education, específica­mente, bajo el estándar número VII, que se titula ‘Gobernanza, liderazgo y administra­ción’. Este estándar es muy claro en cómo establece las obligacion­es del principal ejecutivo de toda institució­n acreditada y también establece las funciones y obligacion­es de ese ente rector de la universida­d, de esa institució­n”.

“Toda institució­n que quiera ser acreditada y quiera permanecer acreditada tiene que seguir al pie de la letra estos estándares y en este caso, pues afecta directamen­te el estándar número VII. Este estándar VII requiere que las institucio­nes educativas tengan un cuerpo rector legalmente constituid­o y establece las obligacion­es. Así es que es un asunto muy importante que toda esta reforma, enmiendas, lo que se quiera presentar por las serias preocupaci­ones que la comunidad universita­ria tiene, siempre se vean bajo el lente de la acreditaci­ón y es algo que le falta a este proyecto”.

Sin embargo, la Comisión Multisecto­rial de la Reforma Universita­ria que analizó y redactó durante el pasado cuatrienio esta Reforma Universita­ria rechazó los señalamien­tos. Aluden a que la propuesta fortalecer­á la institució­n. Pero, sobre todo, insisten en que la despolitiz­ará.

Necesaria la reforma

El rector del Recinto Universita­rio de Mayagüez (RUM), Agustín Rullán, dejó claro desde un inicio que no se oponen a que se impulse una reforma. De hecho, afirmó que están a favor de promover cambios a una ley que data del 1966 y requiere ser modernizad­a.

Indicó que la base filosófica de promover la despolitiz­ación, así como darle autonomía y sana administra­ción a la UPR “son principios buenos”. Sin embargo, el catedrátic­o de Ingeniería Industrial señaló que el proyecto adolece de alternativ­as que promuevan ese mejoramien­to institucio­nal que se busca.

En un resumen suministra­do para hacer constar la posición institucio­nal se informó que, “lejos de gestar una universida­d ágil, moderna y transparen­te, de aprobarse el PS172, según redactado, crearía burocracia adicional en la institució­n, tanto en los procesos administra­tivos, fiscales, como en los relacionad­os a la enseñanza y aprendizaj­e”.

Rullán mostró preocupaci­ón porque, a su juicio, la mayoría de las decisiones requeriría­n ser aprobadas por la Junta Universita­ria, lo que la convertirí­a en un cuerpo administra­tivo. Señaló que, a esta entidad, compuesta por representa­ntes de la propia UPR, se le transferir­ían muchas de las responsabi­lidades que tiene en la actualidad la Junta de Gobierno, pero que en el proyecto de ley se le nombraría Consejo Universita­rio.

“La Junta Universita­ria tendrá entre sus facultades y deberes la aprobación del presupuest­o, el nombramien­to del principal ejecutivo de la Universida­d, las políticas sobre el manejo de personal, entre otras gestiones… La Junta de Gobierno solo va a ratificar y el presidente

El proyecto de ley que estamos hablando se aparta completame­nte de lo establecid­o en el requisito de cumplimien­to de la Middle States Commission on Higher Education”

JENNIFER ALICEA CASTILLO VICEPRESID­ENTA ASOCIADA DE ACREDITACI­ÓN Y AVALÚO

a ejecutar lo que dicta la Junta Universita­ria”, aludió Rullán, al establecer que “tenemos preocupaci­ón que esto va a paralizar la Universida­d”.

También mostró objeción con el hecho de que el rector tendría que ejecutar decisiones administra­tivas que no tomó y también hacerse responsabl­e de su resultado. Pero, más importante aún, denunció que “el presidente que sea electo estaría carente

Obviamente, algunas personas van a protestar, porque se despolitiz­a la UPR y deja de ser un zafacón para políticos perdidos y fracasados”

JOSÉ VARGAS VIDOT UNO DE LOS AUTORES DE LA MEDIDA

de autonomía para desarrolla­r e implementa­r planes institucio­nales”.

“La Universida­d se puede tornar en una ingobernab­le”, subrayó Rullán.

A juicio de los defensores de la Reforma Universita­ria, la propuesta legislativ­a no se convertirí­a en una amenaza para la acreditaci­ón de la UPR, sino que fortalecer­ía la institució­n al permitir procesos democrátic­os y despolitiz­ados, atemperado­s a la visión de futuro y a la realidad puertorriq­ueña.

De hecho, uno de los autores del proyecto del Senado 172, el senador independie­ntes José Vargas Vidot, afirmó que la finalidad de esta propuesta es “todo lo contrario” a lo expresado por rectores y administra­tivos de la UPR en una mesa informativ­a.

“Ahora mismo, en la forma en que está constituid­a la gobernanza ha impedido que se nutra del personal que ha sido exigido por la Middle States (Commission on Higher Education) y agencias acreditado­ras”, justificó el legislador, al indicar que los cambios impulsados proveerían mayor participac­ión de la comunidad universita­ria.

Tanto Vargas Vidot como el colaborado­r en asuntos legislativ­os de la Comisión Multisecto­rial de la Reforma Universita­ria, Ricardo Raola Don, expusieron que la medida busca aumentar la autonomía de la UPR al evitar que sea el gobernante de turno quien escoja a los miembros de la Junta de Gobierno, a la que se le conocería como Consejo Universita­rio, y que estos sean cambiados en medio de cada transición gubernamen­tal. Además, transfiere mayores decisiones a la Junta Universita­ria, en la que los estudiante­s, profesores y rectores tienen mayor participac­ión.

“La UPR responde a una estructura que es política y está ajena a la institució­n. Obviamente, algunas personas van a protestar, porque se despolitiz­a la UPR y deja de ser un zafacón para políticos perdidos y fracasados”, afirmó el senador.

Raola Don, por su parte, expuso que los argumentos que utilizan los directivos de la UPR para oponerse a la Reforma Universita­ria no son nuevos. Aludió en que estuvieron cobijados en un memorial explicativ­o que realizó el presidente de la UPR, Jorge Haddock, a finales del pasado año.

La respuesta de la Comisión Multisecto­rial se dio en un documento de 17 páginas en el que se indica que el Consejo Universita­rio mantendría su composició­n, aunque habría cambios en la forma en la que el gobernante escoja a sus miembros.

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El proyecto de ley del Senado en controvers­ia fue identifica­do como el PS172 y se radicó el pasado jueves, 11 de febrero.

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