“FUI TESTIGO DE UN ASESINATO”
Declaración crucial en el juicio contra expolicía acusado de la muerte de George Floyd
MINEÁPOLIS. Uno de los testigos de la muerte de George Floyd en mayo de 2020, Donald Williams, explicó ayer en corte que llamó al número de emergencias de la policía para denunciar a los agentes implicados en el incidente, porque creyó que estaba siendo “testigo de un asesinato”.
“Llamé a la Policía para denunciar a policías. (...) Porque creo que fui testigo de un asesinato y sentí la necesidad de llamar”, dijo Williams al ser preguntado por el fiscal de Minesota, Matthew Frank, en el inicio de la segunda jornada del juicio contra Derek Chauvin, el expolicía acusado de terminar con la vida del afroamericano George Floyd.
Williams es considerado “testigo crucial” por varios expertos al ser uno de los que presenció el episodio y por haber sido profesional en artes marciales mixtas (MMA) y agente de seguridad.
Según explicó, trató de hablar con los policías presentes en la escena y les pidió que pararan cuando vio como el expolicía Derek Chauvin presionaba su rodilla sobre el cuello de Floyd, pero como no le hicieron caso -no logró, dijo “ninguna conexión humana” con ellos- llamó al número de emergencias 9-1-1.
En esa llamada, que fue reproducida en el juicio, se pudo escuchar a Williams diciéndole al operador del 9-1-1 que un oficial de la policía estaba “tratando de matar a un ciudadano” frente a la tienda Cup Foods, en la esquina en la que
“No sé con certeza si está muerto. Pero no respondió cuando la ambulancia vino a buscarlo”
DONALD WILLIAMS / EXTRACTO DE LA LLAMADA AL 9-1-1
Floyd pereció.
“Tuvo su rodilla en el cuello del tipo todo el tiempo”, insistió Williams, que aseguró que Floyd “dejó de respirar”.
“No sé con certeza si está muerto. Pero no respondió cuando la ambulancia vino a buscarlo”, agregó.
Durante la reproducción de la llamada, Williams se emocionó en el estrado y se secó los ojos con un pañuelo de papel.
El testimonio de Williams fue el primero que hizo crecer la tensión dentro de la sala entre la fiscalía y la defensa de Chauvin, y el juez tuvo que parar momentáneamente la audiencia en dos ocasiones y hablar en privado con los abogados.
El ahora expolicía está acusado de los cargos de asesinato en segundo grado, cuya pena es de hasta 40 años de cárcel; asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años; y homicidio en segundo grado, que acarrea hasta 10 años de privación de libertad.
El proceso contra Chauvin ha atraído una gran expectación mediática, ya que la muerte de Floyd provocó el estallido de masivas protestas raciales a lo largo y ancho de Estados Unidos que pusieron contra las cuerdas al Gobierno del expresidente Donald Trump.