DENUNCIAN EL USO DE ARMAMENTO PROHIBIDO
Rusos habrían comenzado a lanzar ataques con bombas de racimo y municiones de fósforo
KIEV. Entre ocho y 12 misiles rusos cayeron ayer en la refinería de crudo y otras instalaciones en el eje industrial ucraniano de Kremenchuk, informó el gobernador interino de la región central de Poltava. En un mensaje por la app Telegram, Dmytro Lunin exhortó a los residentes a mantenerse en refugios subterráneos, dada la amenaza “persistente” de ataques aéreos.
A inicios de abril, Lunin había dicho que la refinería en Kremenchuk -la única instalación de su tipo aún en funciones en Ucrania entoncesya no era operativa después de un ataque ruso. Moscú dijo haber atacado la refinería de nuevo al final del mes, destruyendo instalaciones de producción y almacenamiento de combustible.
De otro lado, el ejército ruso ha usado bombas de racimo y municiones de fósforo en la región ucraniana de Kryvyi Rih, denunció el jefe militar regional. Es la primera denuncia sobre ese tipo de equipo bélico en el área, y de momento la versión no pudo ser confirmada de manera independiente.
“Las fuerzas de ocupación nos están disparando, incluso con municiones de fósforo y de racimo, lo que está prohibido”, declaró ayer a la televisora local el jefe militar regional, Oleksandr Vilkul. No especificó cuándo ni dónde se habrían empleado esas armas.
Informó que una persona murió y otra resultó herida en el día previo.
Las tropas rusas han emprendido una ofensiva hacia la ciudad de Kryvih Rih, capital de esa región. La ciudad, cuna del presidente Volodymyr Zelenskyy, queda al norte de Jerson, un puerto sobre el Mar Negro.
Las fuerzas ucranianas en ocasiones anteriores han acusado a las fuerzas rusas de usar bombas de racimo y de fósforo en el Donbás, una región del este del país.
En esa dirección, ayer Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, afirmó que su oficina halló que la “gran mayoría” de las víctimas civiles fueron causadas por armas explosivas, incluyendo artillería pesada, sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple y ataques aéreos y con misiles.
Las autoridades ucranianas han lanzado una investigación en torno al uso de ese tipo de arma, que está prohibido según un tratado internacional.
Mientras que el Ejército británico aseguró que Ucrania recuperó el control de varias localidades y aldeas de manos de las fuerzas rusas en el noreste del país.
Según el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña, la atención puesta por Rusia en la región del Donbás, en el este de Ucrania, dejó a las tropas que seguían en las inmediaciones de Járkiv “vulnerables a las motivadas fuerzas de contraataque ucranianas”.
Járkiv, la segunda ciudad más grande del país, ha sufrido intensos bombardeos rusos durante la guerra en un intento de las tropas de rodearla. Pero de acuerdo con el reporte de inteligencia británico publicado ayer en redes sociales, “al parecer (Moscú) ha retirado unidades de la región para reorganizar y reponer fuerzas tras importantes pérdidas”.
Esa retirada era “un reconocimiento tácito de la incapacidad de Rusia para capturar ciudades ucranianas clave donde esperaban una resistencia limitada de la población”, agregó.
Y la agencia de refugiados de la ONU reportó que más de 6 millones de personas han huido de Ucrania tras la invasión rusa. El alto comisionado para los Refugiados, con sede en Ginebra, dijo ayer que el número de refugiados que han vuelto a Ucrania, ya sea temporalmente o por completo, ha alcanzado más de 1.6 millones. Dice que esa cifra refleja los movimientos transfronterizos y no indica necesariamente que los retornos sean “sostenibles”.