DAN SUS FÓRMULAS ANTICORRUPCIÓN
Exgobernadores Calderón y Fortuño explican cómo evitaron señalamientos de su gabinete
“Esto es una tragedia para nuestro país”, reaccionó la exgobernadora popular Sila María Calderón al referirse a los escenarios de corrupción pública que magullan al gobierno, mayormente por figuras de poder.
En un escenario de igual reflexión, el exgobernador penepé Luis Fortuño reveló que durante su mandato recurrió al gobierno federal para realizar un “background check” a los miembros de su gabinete y jefes de agencias, lo que le dio pie a descartar a algunos candidatos y a evitar “este problemita (corrupción gubernamental) que nosotros no lo tuvimos”.
Las expresiones de ambos exmandatarios se realizaron como parte del foro “De la ilusión al fraude - No a la corrupción” que efectuó el Colegio de Contadores Públicos Autorizados (CCPA) en el Popular Center, en Hato Rey, y que coincide con la ristra de arrestos de alcaldes y acusaciones que tocan de cerca tanto al gobernador Pedro Pierluisi y a la exgobernadora Wanda Vázquez, por aparentes ilegalidades ocurridas en sus respectivos esfuerzos de campaña.
El recaudador Joseph Fuentes, amigo desde la juventud de Pierluisi, se declaró culpable el pasado 5 de mayo por idear un esquema para ocultar las identidades de personas que donaban a un Super Comité de Acción Política que impulsó las aspiraciones del Primer Ejecutivo. Por su parte, la exgobernadora Vázquez adelantó la semana pasada que espera ser acusada próximamente por delitos vinculados a un presunto donativo ilegal emitido por el banquero venezolano, Julio Martín Herrera Velutini.
En un momento dado de la actividad de los CPA, el profesor de Administración Pública, Víctor Rivera, quien hizo un análisis de las ponencias de Calderón y Fortuño durante el foro, destacó que la presencia de ambos políticos respondía al hecho de que entre los pasados ocho gobernadores (en tres décadas), son estos los únicos dos cuyas administraciones no enfrentaron señalamientos de corrupción pública “a un alto nivel”.
Aunque ninguno hizo referencia a algún partido o político en particular, sí coincidieron en que una sociedad no puede funcionar de manera saludable o equitativa cuando hay funcionarios públicos enriqueciéndose en lugar de asumir sus cargos con integridad.
Por ejemplo, Fortuño, quien gobernó de 2009 a 2012, dijo sentir una gran preocupación cada vez que observa en los noticiarios o periódicos algún señalamiento por actos ilícitos contra algún servidor del gobierno.
“Nuestro pueblo es uno honesto, trabajador, noble y no merece esto... mi preocupación es cómo se socava la confianza del pueblo en nuestras instituciones. En el momento en que se acabe de socavar esa confianza será terrible y nosotros no nos merecemos esto. Es importante que todos pongamos de nuestra parte y el sector privado tiene un rol clave e importante, porque es importante entender que para bailar hacen falta dos. Lo importante es no estar disponible para ir a la pista de baile”, dijo Fortuño.
Entre varias menciones de las herramientas anticorrupción que impulsó, tal vez la que que más sorpresa causó fue la revelación de que realizó un “background check” con las agencias federales a todos los candidatos que tenía para el gabinete o jefes de agencia que consideró. Algunos, mencionó, no pasaron esa prueba y los descartó.
“Pudimos haber descartado muchas veces por duda, pero esas eran mis reglas: en las dudas, saluda. Y quizás fue injusto, quizás fui injusto con alguno, pero no tuve problemas... pueden estar de acuerdo o en desacuerdo con cosas que yo hice, pero este problemita (de corrupción gubernamental) nosotros no la tuvimos”, explicó al hacer hincapié en que también se realizaban análisis de los candidatos a nivel estatal.
“Nunca lo había dicho, se están enterando hoy los exmiembros del gabinete de que así lo hacíamos”, expuso en referencia a que nunca se le comentó sobre esa acción o los hallazgos a ningún jefe.
“No son fallas... se llama corrupción”
Por su parte la exgobernadora Sila María Calderón, quien llevó las riendas del país de 2001 a 2004, se mostró indignada con los abismales casos de corrupción que impactan a la Isla.
“Esto es una tragedia para nuestro país y yo me alegro que este seminario se esté dando en este momento. Ojalá tenga alguna proyección pública, porque es bien importante para nosotros que nuestro gobierno sea como somos nosotros los puertorriqueños, honestos”, manifestó la exmandataria del Partido Popular Democrático (PPD).
Entre las cosas que mencionó que, a su juicio, le permitieron mantener un gobierno limpio fue la rectitud y verticalidad que mostró desde que puso un pie en el Palacio de Santa Catalina con todo el gabinete, jefes de agencias y servidores públicos.
“Francamente, mi propia actitud. La fuerza y la estabilidad con que goberné y el hecho de que todas las personas que trabajaron conmigo, tanto en la alcaldía (fue alcaldesa de San Juan de 1997 al 2000), como en la gobernación, sabían que era una falta y fuera. No tuve una sola persona en la alcaldía ni en la gobernación que fue acusada por actos de corrupción. Tenían bien claro el gobierno limpio, fue la razón por la que corrí y la razón por la cual todo se mantuvo bien limpio y honesto”, sostuvo en un aparte con los medios antes de empezar la actividad.
Subrayó que el mal uso de fondos públicos, el soborno y delitos de esta naturaleza, no son, como ha oído decir a algunas personas “fallas”, ni “faltas de confianza” a un mandatario.
“Menos aún son ‘asuntos que desvían la atención de los trabajos de gobierno’. Usar dineros gubernamentales para fines que no sean el bien común, o apropiarse de ellos, se llama corrupción y no hay otro nombre que darle. Es un robo de propiedad que le pertenece al pueblo. No se trata entonces de reclamar lealtad personal; se trata de exigir fidelidad a la ciudadanía. Es cuestión de ser absolutamente estricto con todos los funcionarios que deben estar meridianamente claros que es una falta y fuera”, puntualizó.
Entre sus recomendaciones para fomentar un gobierno limpio, destacó que “el gobernante de turno debe proyectarse sumamente estricto con su administración y la consigna debe ser: ‘una falta y fuera’ ”.
Además, dijo que se deben sacar del servicio público a aquellos que ostentan un cargo por razones políticas sin tener las destrezas para desempeñarse correctamente en sus deberes.