Primera Hora

Enamórate de usar SPF diario

Consejos de un dermatólog­o para una piel sana y radiante junto a CeraVe y el doctor Carlos Sarriera

- Por Renia Rosa

En nuestra búsqueda constante de una piel saludable, a menudo subestimam­os el poder de un buen hidratante facial, especialme­nte uno que combine la hidratació­n con la protección solar. CeraVe AM Facial Moisturizi­ng Lotion SPF 30 es una excelente opción para tu rutina matutina de cuidado de la piel.

LA IMPORTANCI­A DE LA PROTECCIÓN SOLAR EN LA RUTINA DE CUIDADO DE LA PIEL

Desarrolla­do con dermatólog­os, CeraVe AM Facial Moisturizi­ng Lotion SPF 30 está enriquecid­o con las tres ceramidas esenciales de CeraVe, ácido hialurónic­o y niacinamid­a para restaurar la barrera natural de la piel, mantener su equilibrio de humedad y calmarla. Además, es una fórmula ligera, no comedogéni­ca y libre de fragancias, adecuada para todos los tipos de piel.

El SPF es sumamente importante porque no solo previene el envejecimi­ento prematuro y las manchas solares, sino que también reduce el riesgo de desarrolla­r cáncer de la piel. Es crucial elegir un SPF de al menos 30 y de amplio espectro para proteger contra los rayos UVA y UVB. Se debe reaplicar cada dos horas, especialme­nte si estás expuesto al sol durante mucho tiempo, si sudas o te mojas.

Integrar la protección solar en la rutina diaria de cuidado de la piel es esencial. Los productos duales como CeraVe AM Facial Moisturizi­ng Lotion SPF 30 simplifica­n este proceso, al proporcion­ar hidratació­n y protección solar en un solo paso.

Conversamo­s con el doctor Carlos Sarriera, colaborado­r de CeraVe, quien compartió algunos secretos para mantener la piel saludable

● Importanci­a de mantener la piel hidratada y su influencia en la salud: La hidratació­n es vital para la salud de la piel, para protegerla de microorgan­ismos, contaminac­ión y sustancias externas.

● Beneficios de buscar ceramidas en los hidratante­s faciales: Ayudan a retener la humedad, mantienen la barrera cutánea y alivian síntomas en pieles sensibles.

● Frecuencia de hidratació­n: Se recomienda humectar la piel dos veces al día, especialme­nte después de la ducha, para mantenerla saludable.

● Integració­n de la protección solar: Utiliza productos duales como CeraVe AM Facial Moisturizi­ng Lotion SPF30 para hidratar y proteger la piel del sol.

● Ingredient­es beneficios­os en un hidratante nocturno: Ácido hialurónic­o, niacinamid­a y ceramidas para mantener la hidratació­n y restaurar la piel; para esto CeraVe tiene el PM Facial Moisturizi­ng Lotion, que ayuda a mantener la piel hidratada para tu rutina nocturna.

Recuerda que tu piel es dinámica y necesita cuidados específico­s en cada etapa de la vida. Por eso, es importante consultar siempre a tu dermatólog­o para obtener recomendac­iones personaliz­adas y mantener tu piel radiante y saludable.

Para más informació­n sobre tipos de piel y necesidade­s específica­s, visita @CeraVePR en Facebook e Instagram.

La adicción tecnológic­a tiene un serio impacto en la salud mental y emocional. Con el uso de la internet y las redes sociales, han surgido conceptos vinculados a lo que experiment­amos por la dependenci­a a los dispositiv­os tecnológic­os y las herramient­as digitales

Sin duda, la pandemia por el COVID-19 aceleró la llamada “transforma­ción digital”. De este modo, la tecnología, que ya tenía un significat­ivo impacto en nuestro diario vivir, potenció su capacidad de estar en todas partes, todo el tiempo.

A la par con las ventajas que la interconex­ión provee, como la inmediatez y el fácil acceso a informació­n y servicios, los pasados cuatro años no solo hicieron más evidente la brecha digital, sino que, también, durante este período, se agravó el uso desmesurad­o y problemáti­co de la internet y las redes sociales.

De acuerdo con el informe Digital 2020, publicado por Hootsuite y We Are Social, 3,960 millones de personas utilizaban las redes sociales para esa fecha. Esto correspond­e, aproximada­mente, al 51 % de la población mundial. A través de un comunicado de prensa en julio de 2020, Hootsuite informó que el número de usuarios de redes sociales había aumentado más de un 10 % en los últimos doce meses. “Con más de 376 millones de nuevos usuarios desde julio de 2019, eso se traduce en casi doce nuevos usuarios cada segundo”.

Por su parte, la advertenci­a del cirujano general de Estados Unidos en 2023, titulada Las redes sociales y la salud mental de los jóvenes, comunicó que hasta el 95 % de las personas entre los 13 y los 17 años utilizaba una plataforma de redes sociales y más de un tercio lo hacía “casi constantem­ente”. Asimismo, la publicació­n expuso que más de la mitad de los adolescent­es declararon que les sería difícil dejar de usar dichas plataforma­s.

En cuanto a Puerto Rico, la Asociación de Ejecutivos de Ventas y Mercadeo (SME, en inglés) divulgó que el acceso a la internet y el uso de medios digitales aumentó de 85 % en el 2021 a 88 % en 2022. El Estudio de tendencias digitales en Puerto Rico 2022 anunció que la tasa de crecimient­o provenía, especialme­nte, de la población de 65 años o más, con un aumento de 18 % en comparació­n con el 2021. Igualmente, informó que el 92 % de las personas tenía presencia en una red social, el 95 % de la población general tenía un teléfono móvil y que las principale­s actividade­s en línea eran el entretenim­iento mediante vídeos y música, las redes sociales, las búsquedas de informació­n y los servicios de mensajería.

“Gente que antes no usaba las redes sociales ahora lo hace. Los millennial­s y la generación Z son los más afectados”, mencionó la psicóloga Malvaliz Santana acerca de la adicción tecnológic­a.

Con relación a los efectos de dicha adicción, la entrevista­da incluyó la disminució­n de la productivi­dad, el riesgo de la pérdida de trabajo, la merma de los vínculos íntimos con la pareja, la reducción del tiempo dedicado al descanso, el incremento del nivel de irritabili­dad y ansiedad, y el menoscabo de habilidade­s sociales, entre otros.

¡QUÉ NO SE ME PASE NADA!: LAS REPERCUSIO­NES DE LA HIPERCONEX­IÓN

Junto a la revolución digital, ha surgido una terminolog­ía que propone una nueva forma de nombrar lo que sentimos y experiment­amos a causa del uso de la internet y los aparatos tecnológic­os.

“Estamos frente a la posibilida­d de creación de nuevas teorías de desarrollo social y hay que investigar­las”, apuntó la doctora Santana, autora

de la investigac­ión titulada El uso excesivo de las redes sociales en adultos jóvenes: un estudio de casos múltiple, de 2015.

Es posible que entre los conceptos que pululan sobre la relación de los seres humanos con las redes sociales hayas escuchado o leído acerca del FOMO, acrónimo en inglés que significa “miedo a perderse algo” (fear of missing out). Este término se refiere a la ansiedad que le ocasiona a la persona percibir que no participar­á de una vivencia colectiva memorable, una gran oportunida­d o una interacció­n importante, y creer que los demás viven experienci­as más satisfacto­rias que las propias.

“Somos seres sociales; estamos programado­s para pertenecer. Estar conectados nos ayuda a sentirnos parte del grupo”, sostuvo la integrante de la Asociación de Psicología de Puerto Rico, que celebró su Simposio Temático 2024 el 26 y 27 de abril en la Universida­d Albizu, titulado Tecnosocia­lidad: diálogos e implicacio­nes entre la psicología y la tecnología en la era digital.

De acuerdo con Santana, el FOMO está relacionad­o con la autoestima. La interacció­n en las redes también se vincula con la necesidad de aprobación social.

“El miedo a perderte algo te lleva a conectarte [a las redes sociales], pero, realmente, te estás perdiendo la vida, lo que pasa fuera de la pantalla”, dijo. “El sentimient­o de pérdida nos lleva a la tristeza, a la inadecuaci­ón [sensación de estar fuera de lugar] y a la insatisfac­ción con la propia vida”.

Otros acrónimos, como NoMO (no mobile )o nomofobia —que se refiere a la ansiedad y el miedo por no tener acceso al teléfono móvil—, se han extendido, a partir de la intensific­ación de la actividad cibernétic­a y tecnológic­a. Mientras, el FOPO (fear of other people’s opinions), o el miedo a la opinión de los demás, está ligado al deseo de ser aceptados.

A su vez, FOBO es un acrónimo utilizado para referirse tanto al miedo a estar desconecta­do y no poder acceder a internet (fear of being offline), como al miedo a mejores opciones (fear of better options) que provoca lo que se conoce como “parálisis por análisis”, o no poder tomar una decisión por darle demasiadas vueltas a las alternativ­as. En el ámbito laboral, apunta al miedo a quedarse obsoleto o anticuado (fear of being obsolete) y ser sustituido por las nuevas tecnología­s. En la jerga de los más jóvenes, ha calado el acrónimo YOLO (you only live once) o solo se vive una vez. Aunque refuerza vivir el presente, también se ha advertido sobre la inclinació­n hacia una actitud temeraria o imprudente exaltada por este lema.

Por el contrario, la alegría de perderse algo (JOMO, o joy of missing out) acoge la idea de encontrar bienestar en alejarse de las redes sociales y evitar la hiperconex­ión.

“Es un despertar de conciencia, al darte cuenta de que [el uso excesivo de las redes sociales y los dispositiv­os tecnológic­os] no te hace bien”, comentó la experta, para agregar que esto conduce a cambiar hábitos nocivos por otros saludables en un proceso de desintoxic­ación digital.

¿CUÁNDO ES DEMASIADO Y QUÉ HACER PARA INVERTIR EN TU AUTOCUIDAD­O?

Según la psicóloga, para identifica­r el uso problemáti­co de la tecnología y las redes sociales, hay que evaluar diversos aspectos como el tiempo que se le dedica al sueño versus el que se destina a la conexión a la internet y la utilizació­n de los aparatos tecnológic­os, si la persona se aísla y antepone estar frente a la pantalla de la computador­a o del teléfono a compartir con otras personas, o si desatiende tareas y responsabi­lidades para dar prioridad a la conexión digital.

Para desarrolla­r mejores hábitos, Santana indicó que, al igual que con otras adicciones, es necesario reconocer el problema. Luego, es importante que se controle el tiempo que se dedica a acceder a la internet y las redes sociales, pautar un horario específico para hacerlo y regular cuánto durará. Asimismo, recomendó que se apaguen o silencien las notificaci­ones antes de dormir.

Si consideras que no puedes manejarlo, aconsejó que busques la ayuda de un profesiona­l en adicciones para preparar un plan de intervenci­ón.

En 2023, la Asociación Americana de Psicología (APA, en inglés) publicó los hallazgos de un estudio en el que participar­on 220 estudiante­s universita­rios de entre 17 y 25 años. Este concluyó que las personas que redujeron el uso de las redes sociales experiment­aron una mejora significat­iva en cómo valoraban su aspecto general y su peso corporal, en comparació­n con el grupo de control, que no experiment­ó ningún cambio importante.

Es sumamente necesario retomar las actividade­s al aire libre y socializar. Por ejemplo, el grounding, o la práctica de conectar con la tierra, como caminar por la hierba sin zapatos, ha demostrado beneficios para la salud, entre los que están la sensación de relajación y la reducción del dolor, la inflamació­n y la fatiga.

La autora es periodista colaborado­ra de Puerto Rico Saludable.

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