Rui Hachimura: el mestizo que venció al racismo en Japón
El alero es un icono en su país
Rui Hachimura (23 años y 2,03) se convirtió en 2020 en el primer japonés en un All Star. Estuvo en el Rising Star, el partido que enfrenta a Estados Unidos con el Resto del Mundo, y donde puso por primera vez la bandera de Japón, un país del que se siente orgulloso, pero en el que le ha costado mucho ser aceptado. “Soy japonés pero soy medio japonés y medio negro”, dice un jugador de madre nipona y padre beninés, al que los niños le apartaban de pequeño y que llegó a pensar que su padre era “el único negro de Japón”. “Me miraban como si fuera diferente y me acabé acostumbrando. A mí me encanta ser así. Estoy muy orgulloso de mis raíces”.
En 2016 se marchó a EE UU para jugar en Gonzaga, pero su mudanza no fue fácil. “El idioma, la comunicación... fue todo muy duro. Pensé en volverme a mi casa, pero no me rendí, tenía un objetivo que cumplir”. Sus compañeros le ayudaron a perfeccionar el inglés a base de mucho rap, mucha Playstation, mucho Netflix... y tres años después, su última temporada en la Universidad (19,7 puntos y 6,5 rebotes) le abrió de lleno las puertas de la NBA. Fue elegido Mejor Jugador del Año en la West Coast Conference y seleccionado por los Wizards con el número 9.
Ahora Hachimura es un icono en su país. “Como Rafa Nadal o Pau Gasol”, explicaba Luis Guil, que conoce bien Japón. Pero también lo va siendo en la NBA. Esta temporada ha jugado 57 partidos (todos como titular) en los Wizards y ha promediado 13,8 puntos y 5,5 rebotes en algo más de 31 minutos en pista.
Idioma Hachimura aprendió inglés con el rap, la Playstation y Netflix