El ciclón español
La Selección masculina se deshizo de Serbia, actual campeona olímpica, en una exhibición de Sanahuja, Granados y Munarriz, y un gran partido coral
Nada más y nada menos que empujando a la derrota por 13-12 a Serbia, la actual campeona olímpica. La Selección masculina de waterpolo empezó su andadura en Tokio como un ciclón, con un waterpolo mayúsculo, coral, dinámico, pero especialmente representando por sus tres lanzadores, Bernat Sanahuja, Alberto Munarriz y Álvaro Granados, un tridente que nada tuvo que envidiar a los Filipovic o Mandic, considerados los mejores del mundo de esa Serbia que afronta su última gran competición con una generación que lo ha ganado todo.
Lejos de los tácticos España-Serbia, habitualmente cerrados y de pocos goles, ambas selecciones entraron a cuchillo. El primer parcial finalizó 3-3, con mejores ataques que defensas y con una España que encontró alternativa en las superioridades, tanto por dentro y por fuera. Granados, Tahull y Munarriz marcaron del lado de los de David Martín, a quienes les costó defendor el costado izquierdo de su defensa, con Mandic o Filipovic como percutores. Serbia se puso por delante 4-5, pero entonces ahí llegó un soberbio parcial de 4-1 para España, sujeta por el joven Sanahuja, autor de dos golazos que hundieron al meta Branislav Mitrovic. Manurriz, a falta de dos segundos para el final, puso ese 8-6 que cerró un cuarto redondo para la Selección.
Pero Serbia, actual campeona olímpica, tiene siete vidas. Desde la boya y en sendas superioridades, Lazic y Pijetlovic pusieron una igualada que desenredó poco después Perrone, que más rápido en el contraataque, quien superó con maestría al meta serbio. Siguió el tira y afloja. Serbia encontró los goles metiendo balones a los boyas con un hombre de más, mientras que España seguía encontrando el acierto por fuera con Granados. Con 10-9 para España se llegó al último parcial.
Cuando más apretaba Serbia aparecieron dos líderes del equipo español. Dani López Pinedo, quien afronta sus últimos Juegos a los 41 años, un muro. Y Munarriz, autor de dos tantos desde fuera que dejaron el encuentro casi sentenciado. Serbia tuvo la última posesión para empatar después de acercarse al marcador y Fran Fernández poner el 12-13, pero también en eso España fue mejor y el partido murió en las manos de Perrone. La próxima madrugada (4:30) frente a Montenegro.