El mirlo blanco que se marchó a Frankfurt para hacerse hombre
■ En Frankfurt, Omar Mascarell desplegó definitivamente las alas. Formó parte del Castilla de Alberto Toril que brilló en Segunda en la 2013-14, quedando octavos. Jesé, Nacho, Lucas, Fabinho, Morata, Casemiro, De Tomás o Pacheco eran sus compañeros de vestuario. Algunos triunfarían en el Madrid y otros tuvieron que hacer las maletas. Omar pertenece al segundo grupo. La temporada siguiente no fue positiva en lo colectivo y el filial blanco puso rumbo a Segunda B. El canario fue indiscutible, pero ante la falta de oportunidades con los mayores (nueve minutos en un choque ante Osasuna es su bagaje con el primer equipo), hizo las maletas y se fue a hacer la mili fuera de Valdebebas.
Primero el Derby County de la Championship inglesa y luego el Sporting. En ambos escenarios tuvo continuidad, pero fue en Frankfurt donde comenzó a abrirse un hueco en la élite. “El nivel defensivo y físico lo cogí en Alemania. Fueron las pretemporadas más duras que he tenido en mi carrera. Después, los partidos son muy de ida y vuelta. Si no estás bien físicamente, no aguantas el ritmo”, reconoce en AS el ahora comandante del Elche. El Real Madrid le repescó tras su segundo año en la Bundesliga por 4M€, para revenderle por 10 al Schalke. En Gelsenkirchen fue capitán y su agrio final no le amarga el recuerdo al mirar atrás. Aunque cuando de verdad sonríe, es al repasar su etapa en el Eintracht de Niko Kovac. Allí dejó de ser un mirlo, en Las Águilas se hizo mayor.