Regresa la fiesta de las piraguas
El Descenso del Sella no se disputa desde 2019 por el coronavirus ● La 84ª edición es una de las más abiertas
El Sella más esperado llega con un pronóstico incierto, porque la nómina de favoritos es más amplia que en otras ocasiones y porque, además, los tres años sin competición a consecuencia del coronavirus añaden más dosis de incertidumbre. Sin embargo, cuando algunos minutos antes del mediodía se entone el ‘Asturias, patria querida’, el paréntesis obligado quedará en un segundo plano y las piraguas volverán a captar la atención de todos. El Descenso Internacional del Sella, prueba de la que AS es medio oficial, celebrará su 84ª edición.
Volverá la gente la vista al Sella (a partir de las 12:00 horas) en un recorrido entre las localidades asturianas de Arriondas y Ribadesella, que se presume otra vez técnico, y en el que abanico de favoritos, especialmente en el K-2 masculino está abierto. Entre otras cosas por el regreso de la pareja más laureada, el asturiano Walter Bouzán y el gallego Álvaro Fernández Fiuza, que vuelven después de que tras su último triunfo en 2017 decidieran darse un respiro.
Llevaban entonces ocho años consecutivos imponiéndose en el Sella, algo que ninguna pareja había logrado anteriormente. Ahora, vuelven con ganas de seguir sumando entorchados. No lo tendrán fácil, como demuestra el hecho de que en la contrarreloj del jueves (la carrera de 4 kilómetros que sirve para elegir las posiciones de salida) solo pudieron ser terceros. La pole fue para José Julián Becerro y Miguel Fernández Castañón, los últimos campeones, allá por 2019, que tienen la firme intención de repetir triunfo. Entre los últimos vencedores y la pareja más laureada saldrán los franceses Quentin Urban y Jeremy Candy.
La sensación de incertidumbre se aplica también al resto de categorías. Como el K-1, donde el último en imponerse en Ribadesella, el danés Mads Brandt Pedersen, acabó cuarto en la contrarreloj. El palista más veloz fue el gallego Iván Alonso. Le siguieron Javi López y Milín Llamedo. Entre las féminas, el favoritismo recae, en el K-2, en Eva Barrios y Amaia Osaba, las ganadoras de los dos últimos Descensos que pudieron completarse. En el K-1, dos nombres aparecen preferentemente en las quinielas: Celia Remis e Irene Gana.
La prueba, que combina el elemento deportivo con el más folclórico, auténtico y mítico símbolo del verano asturiano, es en esta ocasión todavía más festiva que nunca. Entre los palistas de la competición porque regresan a una de las pruebas piragüistas con más tradición y solera, y para los seguidores, porque celebran la recuperación de la normalidad.
Pregonero. La tradicional lectura del pregón, instantes antes de la salida, correrá a cargo de un ilustre deportista: Raúl Entrerríos, meses después de su retirada. Tras una carrera trufada de galardones en las pistas de balonmano, el exinternacional será el encargado de amenizar los minutos previos, justo cuando los palistas tratan de atenuar sus nervios.
K-2
El dúo más laureado vuelve para medirse con los últimos ganadores