España y Alemania seguirán «presionando» por el MidCat
«Continuaremos presionando en favor de una mayor capacidad de interconexión de la Península Ibérica para mejorar su contribución a la seguridad de suministro [energético] a toda la UE». La Cumbre bilateral EspañaAlemania celebrada ayer en A Coruña formuló así el compromiso de los dos países por el MidCat, el gasoducto que debería atravesar Francia y que permanece bloqueado por la negativa de ese país. En la rueda de prensa posterior a la reunión, el canciller alemán, Olaf Scholz, manifestó su respaldo expresamente: «Apoyo de manera explícita esta conexión».
El nombre de esta infraestructura no aparece en el Plan de Acción de la Declaración Conjunta entre España y Alemania del que forma parte esa frase, pero el canciller alemán se encargó de aclarar durante sus declaraciones que, efectivamente, esta interconexión es el MidCat, en sus palabras, «un elemento clave» para el «abastecimiento energético» y para «conectar la Península Ibérica y Europa central y oriental».
Scholz y el presidente español, Pedro Sánchez, encabezaron una cumbre bilateral que terminó con una declaración en la que España y Alemania hacen una clara apuesta por incrementar las interconexiones energéticas a través de los Pirineos. En el capítulo de infraestructuras energéticas de este Plan de Acción acordado por los dos gobiernos, se asegura que «intensificarán» su cooperación bilateral en materia de energía y clima.
Por otra parte, los dos gobiernos se han comprometido también a expandir la industria del hidrógeno renovable, de nuevo, con una mención a la interconexión por la Península Ibérica, en línea con los planes que tiene el Gobierno español para el MidCat, una infraestructura que en el corto plazo debería transportar gas natural desde los puertos españoles al resto de la Unión Europea y por la que en el futuro deberá circular hidrógeno verde.
Con esta declaración, España y Alemania vuelven a hacer causa común de las infraestructuras para conectar energéticamente la Península Ibérica del resto de la UE, el objetivo que persigue el gobierno español con el MidCat y que este verano tanto Berlín como la Comisión Europea apoyaron sin fisuras hasta que, después de unos días de titubeos, París cerró la puerta a dejar pasar bajo su territorio el gasoducto.
En su lugar, Francia quiere reforzar la interconexión con
Alemania y con el Reino Unido pero sin contar con la participación de España, que arguye que tiene un importante papel que jugar en la actual crisis energética. Ahora que la UE se dispone a cortar su dependencia del gas ruso, España puede poner su gran capacidad de recepción y regasificación de gas natural licuado –tiene siete de la