Una segunda Mahsa Amini
La muerte de Mahsa Amini el pasado el pasado 16 de septiembre fue la mecha que ha prendido una poderosa revolución feminista en Irán contra el régimen de los ayatolás. Mujeres de todas las edades, desde niñas a abuelas, y de todas las clases sociales llevan semanas desprendiéndose de sus obligatorios velos y echándose a la calles de Teherán y las principales ciudades del país para desafiar a las autoridades.
«Si no nos unimos, nos matarán a todas», es una de las consignas más repetidas entre las manifestantes, que ya no solo piden justicia por la muerte de Amini, sino el derrocamiento de un régimen que oprime a las
Tras nueve años de espera, el juicio de Alvia comenzó ayer y sentó en el banquillo a Andrés Cortabitarte, exdirector de Adif, y al maquinista Francisco José Garzón Amo. Un accidente ferroviario, el peor de la historia de la democracia en España, que provocó 80 muertos y 145 heridos en la curva de A Grandeira, del barrio compostelano de Angrois.
Fue un arranque de juicio caótico, con protestas, lamentos de la jueza e incluso una agresión a uno de los dos acusados cuando abandonaba el Centro de Innovación mujeres desde 1979. «Muerte al dictador», en referencia al líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, se escuchaba este lunes entre las estudiantes que bloquearon una carretera principal en la ciudad de Shiraz. «No queremos la República Islámica» o «que se vayan los clérigos», son otras proclamas escuchadas en la capital.
Los vídeos de las protestas y movilizaciones, que han llegado incluso a los colegios tras
Cultural de Santiago de Compostela, que acoge el proceso. Uno de los familiares consiguió acercarse a Cortabitarte y le propinó un puñetazo en la nuca.
A las 9 de la mañana, antes de comenzar el macrojuicio –calificado así por la enorme cifra de perjudicados (446), testigos (500) y acusaciones (145)– un grupo de víctimas se manifestaba ya en el exterior para denunciar las trabas que, según ellos, han puesto las autoridades estos años en la investigación del accidente que se produjo consolidarse en las universidades, vuelan por las redes sociales, incontrolables para el régimen pese a sus estériles esfuerzos por limitar el uso de internet. «Esta lucha va a seguir hasta que el régimen no pueda más», advirtió la escritora iraní Parinoush Saniee.
Pero mientras las protestas se extienden, la represión del régimen se agudiza y al menos 154 personas han muerto en Irán a manos de las fuerzas de seguridad el pasado 24 de julio de 2013. Los socios de la plataforma de víctimas 04155 manifestaron «sentimientos encontrados» ya que en el banquillo no están todos «los responsables políticos» y les provoca «dolor y rabia».
Los acusados mostraron una actitud totalmente distinta a la según la ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo. Las detenciones se cuentan por millares.
Aun así, el valor de las mujeres iraníes ha puesto en jaque al régimen de los ayatolás y su revolución feminista ha encontrado apoyo fuera de las fronteras del país, pues las manifestaciones de repulsa se han repetido en ciudades de todo el mundo, desde Sídney a Nueva York, pasando por Estambul o las principales ciudades europeas. La Eurocámara abordará en dos semanas la posibilidad de imponer sanciones a Irán, tal y como adelantó el responsable de la diplomacia europea, Josep Borrell: «Consideramos todas las opciones a nuestra disposición, incluidas las medidas restrictivas», dijo.
Francia ha dado un paso más allá y ha propuesto sanciones contra los responsables de la represión, mediante la congelación de sus bienes y la prohibición de viajes a Europa. «Si la UE quiere tomar acciones apresuradas y poco meditadas debe esperar una respuesta recíproca y efectiva de Irán», respondió ayer el ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian.
A las sanciones políticas y económicas de la UE se suman las entrada al juzgado. Garzón, el maquinista, entró por la puerta principal camuflado con gafas y mascarilla negra. Cortabitarte, por otro lado, evitó la confrontación con las familias y esquivó a los medios de comunicación entrando por la puerta trasera. muestras de apoyo, más simbólicas, que se han visto en las redes sociales y en las que han participado destacadas personalidades del mundo de la cultura. Ayer mismo, cantantes, activistas y actrices francesas como Juliette Binoche, Marion Cotillard o Charlotte Gainsbourg difundieron un vídeo en el que aparecen cortándose mechones de pelo en solidaridad con las mujeres iraníes. «¡Por la libertad!», exclama Binoche, tijeras en mano, para abrir el vídeo en el que suena Bella Ciao.●
●●● Las autoridades judiciales de Irán anunciaron ayer una investigación acerca de la muerte de una joven de 17 años, Nika Shakarami, durante las protestas que sacuden al país. Shakarami desapareció el 20 de septiembre en Teherán, cuando participaba en una manifestación, y su familia denuncia que fue asesinada igual que Mahsa Amini. El caso de Shakarami ha exacerbado los ánimos de las mujeres iraníes, que ya la consideran una segunda mártir.
«Ya es algo muy simbólico», explicó Jesús Domínguez, portavoz de la plataforma. «Refleja lo que hemos sufrido estos nueve años. Garzón ha dado la cara y ha pedido perdón y Cortabitarte ha hecho lo que han hecho el Ministerio y Adif, ocultarse y ocultar la verdad».