Las familias temen que la inflación merme la calidad del menú escolar
Los padres avanzan una «tormenta perfecta» mientras las empresas que prestan el servicio piden ya a las Administraciones que reajusten precios
Con la inflación subiendo el precio de los alimentos, las familias están preocupadas por que estos incrementos repercutan en la calidad y la cantidad de los menús de los comedores escolares. «Van a bailar lentejas con el agua», temen desde la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado (Ceapa). Para los más vulnerables, esa es la garantía nutricional diaria. Las familias reclaman mayor vigilancia de la comida que se les sirve a sus hijos. Por su parte, las empresas de restauración consultadas, o bien han declinado expresar su punto de vista, o bien han reclamado más implicación de la Administración, que en ocasiones lleva años sin actualizar el precio de la minuta diaria. Desde las ONG solicitan mayor inversión en becas y que el Gobierno asegure este servicio en 2023 para todos los niños con bajos recursos.
Según los últimos datos definitivos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el precio de los alimentos subió en septiembre un 14,4% respecto al año anterior, la cifra más alta desde el comienzo de la serie histórica, en enero de 1994. Desde Ceapa, su responsable de comedores, José Antonio Álvarez Caride, traslada Pedro José Caballero, explica que las quejas de las familias a las que representa se centran en la subida de los precios de muchos centros concertados. Sin cuantificar a cuánto podría ascender el coste mensual del menú –«quizá» entre 110 y 120 euros-, indica que el incremento supone «mucho dinero en un momento complicado» para las familias. Esta organización explica que «algunas empresas han asumido un 4%» de la subida, que equivale en torno a la mitad del incremento del IPC.
Desde la Concapa entienden que el incremento del coste de la materia prima y de su transporte es un factor «ajeno» a las empresas y que las ayudas compensatorias tienen que partir a nivel político, «para que la inflación no repercuta en la red de distribución». Eso es lo que reclama también Luis Pajares, gerente de la empresa Gastroser, que sirve menús diarios en un total de 34 centros de la Comunidad de Madrid, Castilla y León y CastillaLa Mancha.
Pajares menciona que si bien durante la pandemia la Administración madrileña «se portó muy bien», ahora le «sorprende mucho que no toque el precio de los menús». «Llevamos varios años con el mismo precio y el nivel de exigencia es altísimo, hay que meter menús ecológicos, pan integral... La situación es mala para todo el mundo, tendrían que haber subvencionado parte de los menús, pero no solo para las familias vulnerables, sino para todo el mundo», reclama este empresario.
Para la Plataforma de Comedores Escolares Públicos de Calidad la coyuntura también es preocupante. Su portavoz, Genaro Delgado, considera que «se está formando la tormenta perfecta que creemos que puede dar lugar a una crisis de alimentos y energética. El comedor es el punto en el que se garantiza que muchas familias no pierdan su derecho a la nutrición. Creemos que el Gobierno va tarde y mal, tienen que reajustar el precio de los menús que están fijos desde hace años». El Gobierno va tarde y mal, tienen que reajustar el precio de los menús que están fijos desde hace años». La organización va más allá: «Son habas contadas: si todo cuesta más pero se paga lo mismo, lo normal es que se recorte de la comida, y es un problema porque los escolares no tienen voz. ● 20M.ES/EDUCACIÓN Consulte todas las noticias relacionadas con Educación en nuestra página web 20minutos.es