Martínez-Almeida «No pido a Sánchez que ayude, solo que no moleste»
El alcalde de Madrid, ciudad en la que nació en 1975, repasa la actualidad nacional en una entrevista con 20minutos
¿En qué punto están sus relaciones con el Gobierno central? Tenemos muy claro que hay que atraer inversión y oportunidades de riqueza, dejando que sea la sociedad la que decida qué hacer con ese avance. Y para eso necesitamos un marco de seguridad jurídica, un marco de colaboración público privada y un marco fiscal bajo. Por tanto, también necesitamos que el Gobierno de España respete que el modelo de Madrid es un modelo de éxito: no pedimos que nos ayude, solo pedimos que no nos moleste. ¿Tanto les molesta? El gobierno de Pedro Sánchez tiene una fijación casi obsesiva con Madrid.
Ante cualquier problema, Pedro Sánchez dice Ayuso o Almeida. Y yo creo que eso tiene un límite. Y cuando estás hablando de la comunidad autónoma, que es la primera potencia económica de España, y que aporta el 70% del Fondo de Solidaridad Interterritorial
no puedes decir ni que somos insolidarios, ni que somos caprichosos ni que somo peor que Oriol Junqueras o Aragonès. Somos más leales a la Constitución.
Como abogado del Estado, ¿cómo ve la reforma para convertir el delito de sedición en uno de desórdenes agravados? No es un cambio legal, es el pago de un favor político: aprobar los Presupuestos de 2023. Por tanto, que no se entienda como que hay una necesidad jurídica de reformar el delito de sedición. Y, aparte de una indignidad y una sinvergonzonada, supone privar al Estado de derecho de los instrumentos necesarios para combatir un nuevo golpe de Estado en Cataluña.
¿Cree que lo volverán a hacer? Sin duda, es que lo han dicho ellos. Y cuando quieran volver a hacerlo no van a tener responsabilidad penal alguna.
Explíquese. El delito de rebelión exige una violencia continuada y los desórdenes públicos suponen quemar los contenedores. Lo que hicieron los políticos independentistas no fue un botellón o una despedida de soltero que se fue de las manos, sino un plan diseñado milimétricamente para subvertir el orden constitucional.
«Madrid es ahora como esa Barcelona del 92: abierta, cosmopolita y donde suceden cosas»
Entre la rebelión y los desórdenes públicos hay un hueco enorme que van a aprovechar para volver a hacerlo. Que nadie se olvide de que lo que paró a los independentistas no fue Pedro Sánchez, sino el Estado de derecho.
¿Y el 155? Ese es un artículo constitucional, no penal. No tiene por qué suponer la comisión de un delito. Que, por cierto, eso será lo siguiente que manipularán, ya lo han anunciado.
La ley del ‘solo sí es sí’ también está siendo muy controvertida. Pasa lo mismo. Y no pueden alegar ignorancia, en ese Consejo de Ministros hay tres jueces: Pilar Llop, Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska. Pero ya no es el sanchismo, es el socialismo. El PSOE está envenenado por Pedro Sánchez y ha asumido todas sus tesis. Me hace cierta gracia ver a Emiliano Garcia-Page o Javier Lambán [barones del PSOE] clamar contra el presidente. Si de verdad no están de acuerdo con la norma, que dimitan o les digan a los diputados de Castilla-La Mancha y de Aragón que eso no se vota.
Madrid y Barcelona son las ciudades más visitadas del país. ¿Cuál es la situación de la capital respecto a la catalana? De Barcelona tenemos que aprender que lo hicieron muy bien en la construcción de su marca. Esa Barcelona del 92 que todos veíamos con cierta envidia, como una ciudad cosmopolita, abierta... Hoy, Madrid es esa Barcelona. Y la segunda lección es que la reputación se tarda décadas en adquirir y se pierde en años. Por tanto, que nadie dé por sentado que lo que estamos haciendo no pueda acabar por las malas políticas los próximos cuatro años.
La ministra Reyes Maroto será candidata del PSOE al Ayuntamiento de Madrid. ¿Podría ser alcaldesa? ¿Ha visto usted una ilusión desbordante en las bases del PSOE por Reyes Maroto? Con todo mi respeto hacia ella, cuando vienes de candidata después de un baile de nombres en el que ha entrado hasta Jorge Javier Vázquez, es difícil que pueda generar ilusión. ●
«Con la ley del ‘solo sí es sí’, no pueden alegar ignorancia: hay tres jueces en el Gobierno»