Las entidades de vecinos piden al Ajuntament «contundencia» contra el ruido en las calles
Protagonizaron un minuto de silencio en la plaza George Orwell y denunciaron los efectos del tráfico o el ocio nocturno
«Tenemos derecho a vivir en nuestras casas con la máxima dignidad», afirmó ayer Pere Mariné, de la Federació d’Associacions de Veïns de Barcelona (FAVB), en el marco de un acto en plena calle contra la contaminación acústica en el espacio público. Tuvo lugar en la plaza George Orwell, con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Ruido, y sirvió para exigir al Ajuntament que actúe con «contundencia» en este asunto.
La acción vecinal, que consistió en llevar a cabo un minuto de silencio y leer un manifiesto conjunto, no contó solo con el apoyo de las más de 100 entidades que agrupa la FAVB. También participaron organizaciones como SOS Triángulo Golfo, STOP Concerts o la Plataforma d’Afectats per la Contaminació Acústica i la Massificació d’Esdeveniments (PACAME), entre otras. En el acto se pufieron leer pancartas con lemas como «Basta de ruido. Queremos dormir» o «Somos los gruñones contra el ruido».
Los vecinos achacaron la contaminación acústica al tráfico y, sobre todo, al ocio nocturno y las terrazas, y aseguraron que la «mesa ciudadana» del Ajuntament
para mitigarla «no ha servido para nada», en palabras de Asun, de la asociación vecinal del Casc Antic. Por su parte, Mariné matizó que algunas de las medidas del Consistorio, como por ejemplo el avance del horario de cierre de las terrazas en zonas tensionadas acústicamente, son «bienvenidas y ayudan». Sin embargo, dijo que «faltan otras mucho más sencillas», dirigidas a hacer cumplir las «leyes» referentes al ruido.
Este, subrayó, «tiene una afectación en la salud», pues se relaciona con patologías como la demencia, los ictus, las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión, la depresión o la ansiedad, entre otras. «El ruido mata», afirmó Jordi Andolz, vecino de terrazas por unos 114 edificios de viviendas hay en Enric Granados, según los vecinos
donde abundan los «pisos turísticos». También denunció que el Ajuntament organice en Montjuïc eventos con música al aire libre y pirotecnia. Además, mostró su preocupación ante el hecho de que el Barça, «con 60.000 espectadores», vaya a jugar temporalmente en el Estadi Olímpic mientras duren las obras en el Camp Nou.
Teresa Picazo, de la asociación de vecinos del Gòtic, pidió «vacíar» la zona de «bares, turistas, skaters y botellones», mientras que Marité Alonso, de la Plataforma Carrers i Places de Gràcia, aseguró que a diario allí se superan los decibelios permitidos. Para evitarlo, reclamó limitar las celebraciones en la vía pública, avanzar el horario de cierre de bares musicales o sancionar a los locales que incumplen.
Por su parte, Jerónimo Lorenzo, de SOS Triángulo Golfo, criticó que en el Poblenou sufren una «violencia acústica continuada» por culpa de los «botellones, el incivismo, el alboroto y los gritos», y dijo que se sienten «ninguneados» por el Ajuntament.
Desde STOP Concerts, Enric Navarro reclamó que se trasladen a otro lugar los festivales musicales que se organizan en el Fòrum, mientras que Jordi Badia, de SOS Enric Granados, denunció que padecen «exceso de ruido desde hace más de 14 años». ●