Una pesadilla para Ferrari y doblete de Red Bull en Bakú
Y Leclerc abandonaron por problemas mecánicos y Verstappen lo aprovechó para ganar continúa con su buena dinámica y fue séptimo por segunda carrera consecutiva
Ni en sus peores sueños los tifosi hubieran predicho el resultado del GP de Azerbaiyán. Charles Leclerc y Carlos Sainz abandonaron a las primeras de cambio por sendos problemas de fiabilidad, lo que propició un doblete de Red Bull con victoria de Max Verstappen, más líder que nunca, con Sergio Pérez segundo y George Russell completando el podio. Fernando Alonso celebró su último récord con un buen resultado: un séptimo puesto (como en Mónaco) con el que suma tres carreras seguidas en los puntos.
Sergio Pérez, que llegaba con el momentum tras su victoria en Mónaco, le arrebató la primera posición a un Leclerc que se equivocó en la arrancada. El monegasco clavó frenos, y le dejó la puerta abierta a un Checo que no tuvo piedad.
En cuanto a los españoles, ambos mantuvieron la posición pero Sainz advirtió pronto que iba a ser una carrera complicada para Ferrari: «Los Red Bull son muy rápidos».
Para más inri, la pesadilla de Ferrari se completó en la vuelta 10. Sainz intentaba acercarse a Verstappen, que a su vez estaba luchando con Leclerc por el segundo puesto, cuando abandonó. Un problema con el freno y la caja de cambios (se le quedó engranada la segunda marcha) dejó aparcado su coche en una de las escapatorias.
El cambio de liderato se produjo cuando se llegó a la vuelta 15. Pérez empezó a padecer problemas serios con los neumáticos, y dado que Verstappen venía con mucho más ritmo, fueron muy claros en las órdenes: «Sin peleas».
El campeón del mundo no tuvo mayores problemas en pasar a su compañero, que además en su parada en boxes se dejó mucho tiempo. Pérez perdió la posición con Leclerc, que aprovechó su estrategia adelantada para ponerse primero cuando su gran rival, Verstappen, hizo su parada.
La avería de Sainz fue un problema hidráulico, pero nada preocupante. Una fuga se puede solventar y el motor salvarse sin mayores dificultades, pero mucho peor lo tienen a partir de ahora con Leclerc: el humo blanco que salió de su monoplaza cuando este abandonó dejó claro que no era el día para la Scuderia.
Red Bull solo tuvo que resistir. Con Verstappen delante y Pérez segundo, no hubo ni siquiera necesidad de apretar y solo buscar que no hubiera ningún problema.
ALONSO, BENEFICIADO
El DRS de Yuki Tsunoda se quedó partido por la mitad y, aunque no es habitual, los comisarios sacaron bandera naranja y negra para ordenarle que fuera a boxes a que se lo repararan... y lo hicieron a la vieja usanza: poniéndole cinta americana. El incidente benefició a Alonso, que se aupó a la séptima posición para las últimas diez vueltas... pero con peligro: en los últimos giros se vio mirando por el retrovisor ante un Ricciardo que llegaba con neumáticos medios en mejores condiciones. Pese a ello, al final, los McLaren no llegaron. ●