Un año para el cambio
El 15 de junio se cumplen tres años de la conformación de los grupos municipales y equipos de gobierno en los ayuntamientos de España. Parece mentira que solo hayan pasado tres años desde entonces. Pero en política… tres años es mucho tiempo. Y más si en uno de esos tres años una pandemia pone a prueba tu capacidad de gestión. Nunca, en nuestra historia reciente, los gobiernos habían tenido que afrontar un escenario tan complejo.
Lo cierto es que queda menos de un año para las próximas elecciones municipales y autonómicas. Pero hay cosas que no cambian y en esta legislatura en la ciudad de Madrid hemos vuelto a hablar de corrupción y comisionistas, la marca personal del PP.
Decía Ayuso el otro día que a la Comunidad de Madrid y a la Comunidad Valenciana les había ido bien cuando trabajaban juntas. Lo cierto es que a la Comunidad Valenciana lo que le ha venido bien es dejar de estar gobernada por el PP. Por fin, la han dejado de saquear. A la comunidad y a sus ayuntamientos.
Aquí, sin embargo, tenemos los contratos del hermano de Ayuso investigados en Europa y las comisiones sangrantes y vergonzantes que Almeida concedió durante la peor parte de la pandemia. Seis millones de euros que se embolsaron personas sin pudor, pero con sangre azul en algún caso. Nobles robando al pueblo, una vez más. Se creen con ese derecho.
En tan solo un año veremos si los madrileños seguimos el ejemplo valenciano y decimos ‘ya basta’ a la corrupción en Madrid; si reprendemos a un alcalde que se dedica a llamar basura a su oposición. A un alcalde que ha estado más entretenido en intentar salvarse del aquelarre popular que hicieron contra Casado que de gobernar su ciudad.
No podemos seguir naturalizando los casos de corrupción en Madrid. No debemos hacerlo si pretendemos impulsar nuestros ayuntamientos y nuestra región al liderazgo económico, cultural y social en España.
En un año Madrid puede dejar de ser noticia por sus corruptelas y podría convertirse en la región de las oportunidades, de la creación de empleo y la apuesta por la transformación digital, por ejemplo. En tan solo un año, piénsenlo.