La venta de entradas de Naviluz abre el próximo martes
la pérdida de capacidad de las vías y, por consiguiente, los grandes atascos. Todo bajo un objetivo principal: disminuir la congestión del tráfico en hora punta en este enclave de la capital, ya que su influencia afecta al resto de la ciudad.
Para ello, se han construido cuatro estructuras: la primera, el viaducto de conexión directa entre la carretera de Colmenar y el paseo de la Castellana; la segunda, el paso inferior de conexión directa entre la Castellana y la A-1 y la M-11; la tercera, el paso inferior de conexión directa entre el paseo de la Castellana y la avenida de la Ilustración/M-30, y la cuarta, el paso inferior de conexión directa entre la carretera de Burgos y la M-11 con la M-30 y M-607.
Según el área de Movilidad y Medioambiente, cuando acaben las obras, los conductores se ahorrarán al volante un tercio de lo que tardaban antes en cruzar el Nudo Norte. Así, «se reducirán una media de catorce toneladas de CO2» al año, según estimaciones municipales, el 0,5 % del dióxido de carbono que vomita el sector del transporte por carretera en Madrid. ●
Naviluz, el autobús de la Navidad, ya se ha convertido en una tradición para madrileños y visitantes. Este servicio especial del Ayuntamiento comenzará a funcionar el próximo 25 de noviembre y durará hasta el 6 de enero. La venta de entradas empezará el martes 22 en la web.
En esta edición, Naviluz, que se ofrece desde 2006 para evitar el uso del vehículo privado y poder ver las luces navideñas, lo prestará por completo la Unión Temporal de Empresas (UTE) que se encarga de City Tour.
El pase general costará siete euros, el viaje para niños de hasta siete años será gratuito (con un máximo tres billetes gratis por adulto) y la tarifa reducida para mayores de 65 años y niños de siete a once años costará tres euros. Se podrá disfrutar de Naviluz todos los días excepto el 24 y 31 de diciembre y el 5 de enero. El recorrido durará unos 50 minutos, con intervalos de entre cinco y diez minutos entre autobuses. ●