Yeva Skalietska «La guerra hace que te replantees los problemas»
Esta niña ucraniana empezó a escribir para desahogarse y su diario se ha distribuido ya en 17 países. Huyó con su abuela y viven en Dublín
¿Quién es Yeva Skalietska? Antes de la guerra, una chica normal de 12 años. Iba al colegio, era buena estudiante y tenía mis hobbies. Estudiaba inglés dos veces por semana y daba clases de música y de piano. Mi infancia era maravillosa.
En No sabes lo que es la guerra escribes que nadie sabe lo que significa hasta que sufre una. ¿Qué es la guerra? Es el miedo que llega de repente y te hace desconocer qué te va a pasar. Es lo peor que le puede pasar en la vida a uno y te hace replantearte los problemas que creíamos que teníamos antes. Se convierten en nada comparado con todo lo que te sucede desde que estalla el conflicto.
Ahora que vives en un país que no sufre ningún ataque, ¿has notado en la gente ese desconocimiento de la verdadera magnitud de una guerra? Quizás sí, porque incluso yo antes de la guerra no entendía exactamente qué era. Sabía que era algo malo, horrible, pero no conocía el miedo que conlleva. Y creo que mucha gente no entiende lo que es, pero realmente espero que mi historia ayude a comprender un poco cómo está siendo la guerra en Ucrania.
El diario empieza el día anterior a la invasión de Rusia. Era el día de tu cumpleaños. ¿Cómo has cambiado desde esa fecha? Me he dado cuenta de que no hay cielo como el que tenemos cuando hay paz. He aprendido a apreciar cosas tan simples como un día soleado. Hay cosas increíbles que no valoramos y ni siquiera sospechamos que pueden cambiar de un día para otro. Y cuando uno se da cuenta de eso, es increíble. Nada puede ser más importante que vivir.
¿Cuál fue el peor momento que viviste? El sexto día de guerra, cuando nos dijeron que nuestro apartamento había sido dañado por un ataque. Hubo algo en mi interior que explotó, porque es el lugar en el que pasé mi infancia, y todo fue destruido.
¿De dónde surgió la idea de empezar a escribir un diario? Cuando empezó la guerra, se me hacía muy complicado transmitir mis emociones. Para mí era más fácil escribirlas en papel. Otra de las razones fue poder leerlo en el futuro, ver cómo superé la situación emocionalmente y recordarme a mí misma lo horrible que fue. Así que le pedí a mi abuela que trajera mi diario al refugio en el que estuvimos los primeros días.
Tus amigos de Járkov están muy presentes. ¿Hasta qué punto te ayudó emocionalmente poder mantener el contacto con ellos? Cuando chateábamos era una forma fácil de comunicarnos, porque es realmente duro no poder hablar sobre el tema y estar solo. Nos preguntábamos dónde estábamos cada uno, qué hacíamos, qué sentíamos, nos dábamos consejos ... Nos ayudó mucho en las situaciones más difíciles.
Incluyes sus testimonios contados en primera persona al final del libro. ¿Por qué decidiste incluirlos? Es muy importante escuchar a los niños, cómo han vivido toda esta situación y sus opiniones sobre la guerra, cuáles son sus planes de futuro, etc. Creo que es crucial no escuchar únicamente mi voz, sino también la de otros niños.
¿Seguís en contacto? Sí, hablamos una vez a la semana, o incluso cada día con algunos. La mayoría se fue a otras partes de Ucrania o al extranjero. Pero todavía tengo amigos que se quedaron en Járkov, lo cual es horrible y muy triste. Cada vez que leo algo que sucede allí me entristece. Todos echamos mucho de menos el tiempo en el que estábamos juntos.
Tus pensamientos han sido distribuidos a 17 países. ¿Qué sientes? Ojalá que los idiomas del mundo entero escuchen las historias de los niños y las lecciones que plasmé en él.
¿Qué mensaje lanzarías al mundo? Primero, que tenemos que apreciar nuestra vida. Un cielo en paz es lo mejor que podemos tener. Y nosotros, los niños, somos los que podemos hacer ese cambio y pedir a los adultos que velen por nuestra infancia y que hagan todo lo que puedan por nuestro futuro. ●
Yeva Skalietska nació en Járkov (Ucrania) en 2010. El día que estalló el conflicto, empezó a plasmar sus pensamientos en un diario que ha sido publicado bajo el título No sabes lo que es la guerra (Ediciones Destino). Le encantaría ser periodista, psicóloga o abogada y continuar con la escritura. De hecho, sigue escribiendo en el diario para publicar un segundo libro sobre su vida en Irlanda.
«Es muy importante escuchar las voces de los niños y cómo han vivido el conflicto»
«Se me hacía muy complicado transmitir mis emociones. Para mí era más fácil escribirlas»