Las hermanas de Ortega Cano
José Ortega Cano tiene claro que, tras divorciarse de Ana María Aldón, quiere empezar una nueva vida. No quiere rendir cuentas a nadie de las decisiones tomadas y mucho menos justificar silencios o in- sinuaciones maliciosas. Su fa- milia ha cerrado filas entorno a él y deslizan que la culpable de todos sus males mediáticos tiene nombre de mujer. Señalan con total impunidad a Aldón y piensan que la presión mediática descenderá cuando separen sus caminos.
Las hermanas del diestro están imparables. Aunque haya quien se empecine en decir que se mantienen al margen y que, por lo tanto, no se entrometen en sus cuestiones más íntimas, la verdad parece más bien distinta: Mari Carmen tiene la escopeta cargada de declaraciones e insiste en que su hermano no está solo.
Todo parece indicar que se avecina un final de año movido en lo judicial, ya que las últimas palabras de Begoña Gutiérrez, examiga largona de Isabel Pantoja, acerca de la sexualidad del matador pueden salirle caras. El abogado de Ortega estudia las opciones para proteger a su mandante. ●