La Audiencia baraja el móvil terrorista tras las cartas bomba a Sánchez y Robles
Considera que los artefactos podrían haber sido enviados desde España
mismos. Pérez también destacó que la Policía logró no explosionar uno para poder analizar en profundidad sus características, lo que les acercaría al o a los culpables.
La alerta cundió en la Moncloa el pasado jueves 24 de noviembre. Fue el equipo de seguridad del presidente del Gobierno quien detectó un «envío sospechoso» que resultó ser una carta bomba que se «deflagró» de forma controlada. «El material era similar a los que se utilizan para pirotecnia», aseguró Pérez, que relató que ese día no se avisó a la Audiencia Nacional, aunque no especificó los motivos de la demora.
No fue hasta ayer cuando el Gobierno informó sobre estos hechos a la oposición y a la opinión pública, un día después de que se confirmara que sobres de «similares características» fueron recibidos en la Embajada de Ucrania, sobre la una de la tarde, con el embajador, Serhii Pohoreltsev como destinatario; en la empresa Instalaza, con sede en Zaragoza, la misma que fabricó los lanzagranadas tipo C-90 y Alcotán enviados por España a Ucrania el pasado marzo; y en la base aérea de Torrejón de Ardoz. El quinto sobre fue el dirigido a la ministra de Defensa que se detectó en la mañana de ayer y que fue interceptado «poco antes de las 10» por el servicio de seguridad del Ministerio de Robles. El sexto lo recibió la Embajada de los Estados Unidos.
La Audiencia Nacional investiga estos envíos como delitos de terrorismo, en tanto que el Ministerio del Interior ha decidido reforzar la seguridad y protección de la Embajada de Ucrania y otros organismos. Eso sí, Marlaska rechaza, por el momento, convocar la mesa que debería evaluar si se aumenta el nivel de alerta antiterrorista, que actualmente es de 4 –hay desde el 1, riesgo bajo, hasta el 5, riesgo muy alto–. Este nivel 20M.ES/NACIONAL Consulte todas las noticias relacionadas con la actualidad nacional en 20minutos.es
lleva vigente desde que se activó por primera vez en junio de 2015, tras los atentados sucesivos de Túnez, Francia, Kuwait y Somalia, aunque desde entonces se han ido añadiendo refuerzos en las medidas de seguridad, sobre todo, después de atentados en otros países de Europa y, especialmente, de los perpetrados en Barcelona y Cambrils en 2017.
Con todo, estos envíos, cuya autoría está siendo investigada, ha elevado aún más la tensión entre Ucrania y Rusia. Por un lado, el embajador Pohoreltsev instó al Parlamento español a declarar a Rusia «Estado terrorista». No dudó en asegurar que su «enemigo» es «un Estado terrorista» y se puede «esperar cualquier cosa».
Por su parte, la Embajada de Rusia en España condenó ayer el paquete explosivo enviado a la legación ucraniana, así como los otros dirigidos a diferentes «entidades oficiales». «Cualquier amenaza o acto terrorista, más aún dirigido contra una misión diplomática, son totalmente condenables», afirmó por medio de un mensaje en su cuenta de Twitter. ●