Suiza-Serbia, un partido con connotaciones políticas
Dos manos cruzadas, un águila y una bandera en la bota. Xherdan Shaqiri y Granit Xhaka incendiaron hace cuatro años un Suiza-Serbia, partido que se repite hoy con un billete para octavos en juego. En aquella victoria por 2-1 de los helvéticos lo menos importante fue el resultado: tras el primer gol, Xhaka entrecruzó sus manos y simuló un águila de dos cabezas volando; con el segundo, Shaqiri hizo lo mismo.
Era un mensaje político por sus orígenes albanokosovares. Ambos todavía tenían presente el daño que Serbia les había hecho durante la guerra de Kosovo y el no reconocimiento de la independencia del territorio después de diez años.
Tanto Shaqiri como Xhaka estarán hoy en un duelo al que Suiza llega con tres puntos y los serbios con uno. En la pelea también se puede meter Carmerún, pero para ello tendría que ganar a Brasil. ●