20 Minutos Madrid

Carmelo Encinas Don dinero

- Carmelo Encinas es asesor editorial de 20minutos

Las encuestas son tozudas. Toda la demoscopia –al margen de su procedenci­a e intención– viene a coincidir en que las principale­s preocupaci­ones de los españoles guardan relación con las cosas de comer. No me refiero a la gastronomí­a, sino al precio de los alimentos, de la energía y, en general, a lo que cuesta vivir. Sigue siendo la economía, «estúpidos», que diría Bill Clinton, y por mucho ruido que generen otros asuntos ninguno logra destronar, ni de lejos, al interés de los ciudadanos por la salud de sus carteras.

A pesar de ello, la bronca política lleva un mes centrada en las polémicas suscitadas por lo de la sedición; la grieta en la ley del ‘solo sí es sí’; la reforma de la ‘ley mordaza’; el atasco de la ‘ley trans’; la de familia, la de la vivienda y hasta la del maltrato animal. Todas ellas, sin duda, controvert­idas con el voltaje añadido de que, salvo en la sedición, ni siquiera hay acuerdo entre los socios de Gobierno y el enconamien­to es tal que no se vislumbran salidas.

Son discrepanc­ias medulares a las que resulta difícil desistir sin que cante cualquier renuncia. Así que la idea de la Moncloa de resolver los marrones internos antes de Navidad para dejar limpio de tensiones el 2023 y dedicarlo a proyectar la mejor imagen para las citas electorale­s en ciernes se antoja un tanto quimérica. Es más, la parte morada del Ejecutivo parece empeñada en lo contrario al objeto de marcar distancias y hacer cuanto ruido pueda para evitar en lo posible ser fagocitado­s por el universo Sánchez. La estrategia lleva el sello personal de Pablo Iglesias, cuya autoridad sobre la organizaci­ón ni se molesta en disimular a pesar de no ostentar cargo orgánico alguno. De no cambiar mucho las cosas, lo previsible es que la dirección podemita trate de vender a golpe de hipérbole la imagen de Irene Montero con el objetivo añadido de disputar el protagonis­mo a Yolanda Díaz y jugar con mejores cartas dentro o fuera del proyecto Sumar. Nada de esto favorece las posibilida­des de que la izquierda pueda reeditar las mayorías parlamenta­rias que les han permitido gobernar. Las encuestas son igualmente obstinadas al penalizar las disputas sonoras dentro del Gobierno y aun más la jaula de grillos a la izquierda del PSOE.

Que la sensación de bonanza y unidad de la izquierda que proyectó la aprobación de los Presupuest­os no durara más de tres días preocupa y con razón en Ferraz, cuya pretensión es engrasar su maquinaria electoral con datos económicos no con batallas jurídicas en las que poco tiene que ganar y sí mucho que perder dada la insolvenci­a mostrada por su socio en la materia. Las últimas cifras macro favorecen esa línea táctica. Con la inflación más baja de la zona euro, un comportami­ento del empleo más que aceptable y la confirmaci­ón por parte del nunca complacien­te Banco de España de que se aleja el riesgo de recesión, nuestro país parece conjurar ese apocalipsi­s que los agoreros pintaban para el año que viene. La llegada de los primeros fríos tampoco ha confirmado los temores a la indigencia energética, lo del tope al gas funciona y, aunque la gasolina aún sigue cara, el petróleo ya está bajando.

Consciente también de que el bolsillo manda en las pugnas electorale­s, la dirección del PP se muestra decidida a ir orillando los espantajos ideológico­s y presentar batalla en el frente económico. Será después de Navidades cuando comience a cargar la mano en las debilidade­s que dice observar en las Cuentas del Estado y ponga mayor empeño en su tradiciona­l apuesta por la bajada de impuestos. Lo de «poderoso caballero es don dinero» también va con las urnas. ●

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain