¿VIDA OCULTA EN LAS LUNAS DE JÚPITER?
La misión Juice despegará hoy en busca de alguna señal de actividad en los océanos helados de los satélites de este planeta
El 7 de enero de 1610 Galileo Galilei descubrió los cuatro satélites más grandes de Júpiter: Ío, Europa, Ganímedes y Calisto. Un hallazgo que le permitió reforzar la teoría heliocéntrica de Copérnico y cambió el concepto del lugar de la Tierra en el universo. Más de cuatro siglos después, la Agencia Espacial Europea (ESA) envía hoy la misión Juice al mayor de los planetas del Sistema Solar y sus lunas para estudiar la posible existencia de entornos habitables, con la esperanza de marcar un hito similar al del reputado astrónomo italiano.
Acrónimo de Jupiter Icy Moons Explorer (Explorador de las Lunas Heladas de Júpiter), Juice emprende hoy a las 14.15 hora peninsular un viaje de aproximadamente nueve años hacia el sistema joviano, con el objetivo de realizar observaciones detalladas del planeta gaseoso gigante y de tres de sus satélites galileanos, Ganímedes, Calisto y Europa. Estas lunas presentan una capa helada de unos 100 kilómetros, y los investigadores sospechan que albergan un océano de agua líquida en su interior.
«Si estos océanos existen, es posible encontrar ciertos aspectos relacionados con la vida y la habitabilidad en circunstancias extremas fuera de nuestro entorno más conocido», explica a 20minutos Pedro Gutiérrez, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAACSIC), que participa en el proyecto. Además, estudiar este conjunto joviano, detalla, posibilitará la obtención de información para aplicarla después al análisis de los procesos de formación del Sistema Solar y de los exoplanetas, que son también gaseosos y cuentan con satélites similares. No obstante, antes de llegar a su destino y comenzar a recopilar información, Juice deberá acometer una travesía de más de ocho años en la que sobrevolará distintos planetas del Sistema Solar. Para llegar tan lejos, a 778 millones de kilómetros de su estrella, el satélite de la ESA debe retroceder primero. Las restricciones de combustible han llevado a la agencia a diseñar una particular trayectoria que obligará a la nave a viajar inicialmente a Venus para coger impulso, pasar después por la Tierra y la Luna hasta llegar finalmente a Júpiter, donde comenzará a orbitar en torno a Ganímedes.
Para cumplir con su cometido, Juice transportará diez instrumentos de última generación que le permitirán estudiar, a lo largo de tres años, la turbulenta atmósfera y la magnetosfera del planeta. También escrutará la superficie de Europa, donde buscará moléculas orgánicas, para centrarse finalmente en Ganímedes, un satélite mayor que Mercurio y el único del Sistema Solar con un campo magnético propio. Al diseño y la elaboración de las herramientas necesarias para esta ambiciosa empresa ha contribuido también el talento español.
El IAA-CSIC ha participado en la construcción de dos instrumentos, creados junto con la empresa española Sener. El primero de estos elementos es la electrónica de la fuente de alimentación de un altímetro láser llamado Gala, encargado de lanzar pulsos y recuperarlos para conocer «la distancia con una precisión extrema». Además, son los responsables de una rueda de filtros y de parte de la electrónica de control de la cámara Janus, que constituye los «ojos de la misión». Más allá de estos elementos, Sener ha contribuido a la misión con la antena de
Puede ver la información completa en 20minutos.es media ganancia, orientable y de doble banda. También son los artífices del mástil del magnetómetro, una pértiga de más de diez metros que va plegada en el primer segmento de la misión, durante el lanzamiento, para extenderse después.
Estas aportaciones son fundamentales para ayudar al desarrollo de ciencias como la oceanografía y contribuir al desarrollo de tecnología en otros ámbitos, además de facilitar información sobre el Sistema Solar en particular y el universo en general. ●