Otegi pide «políticas más ‘abertzales’, soberanistas y más de izquierda»
EL LÍDER DE BILDU reclama un «cambio» en la gobernanza del País Vasco para no repetir modelos «que restan» PNV Y PSE reeditarán previsiblemente su pacto de gobierno
Los números que desprendieron las urnas en Euskadi dejan bastante resuelta la composición del Gobierno vasco. El PNV de Imanol Pradales y el PSE de Eneko Andueza pueden revalidar la coalición vasca y, en esta ocasión, los socialistas podrían tener más presencia tras haber subido dos escaños respecto a 2020, mientras que los jeltzales han perdido cuatro parlamentarios. Sin embargo, el resultado histórico de Bildu, que iguala en escaños al del PNV, ha impulsado a su líder, Arnaldo Otegi, a reclamar un «cambio» en el modelo de gobernanza vasco donde ve posible desarrollar «un proyecto nacional y popular». Por su parte, Eneko Andueza, ante la posibilidad de repetir la coalición con PNV, espera que en esta ocasión se tenga como guía el programa y los principios de su partido después de haber logrado ese par de escaños más que en las últimas elecciones vascas.
Otegi lanzó los primeros toques de atención en una rueda de prensa desde San Sebastián, preguntando si «va a haber suma abertzale», otra por la «izquierda» o se va a ir a gobiernos que «restan», como el que cree que el que ha gobernado los últimos cuatro años (PNV-PSE). Sostuvo que la suma de fuerzas soberanistas (PNV, Bildu y Sumar) alcanza los 55 escaños, mientras que la de izquierdas
(PSE, Sumar y Bildu) suma 40 diputados en el Parlamento vasco, lo que a su juicio tendría que traducirse en más «soberanía» y «más políticas de izquierdas» en la próxima legislatura.
No planteó un acuerdo mediante una «fórmula de gobierno», sino en un «modo de gobernar». Cree que hay posibilidad de construir «un proyecto nacional y popular» teniendo en cuenta que la ciudadanía en el País Vasco es «abertzale y de izquierdas». «Ese es el terreno. Sobre ese terreno edificamos una casa, que no va a ser del gusto al cien por cien de nadie, pero este es el ejercicio», afirmó Otegi.
«Desde luego, si es por EH Bildu, con una sonrisa amplia, con toda la tranquilidad del mundo, con toda la paciencia del mundo, no tenemos prisa; porque vamos muy lejos, por nosotros no será, pero creemos que hay que cumplir lo que ha votado la gente, que es más soberanía y más políticas de izquierdas», señaló, insistiendo en las ideas de un cambio de modelo y en el cumplimiento de un mandato popular, que a su juicio es «claramente soberanista y de izquierdas». Todo ello también fue secundado por el candidato de Bildu, Pello Otxandiano, que puso en valor el «empate técnico» en escaños y en porcentaje de votos, lo que se traduce en un «nuevo panorama».
Pero el PNV y el PSE están en otras. La presidenta de la Ejecutiva del PNV, Itxaso Atutxa, avanzó en una entrevista en Radio Euskadi que las conversaciones con el PSE comenzarán cuanto antes con el objetivo de conformar un nuevo Gobierno de coalición, en el que los nacionalistas entenderían que, tras mejorar sus resultados, el PSOE reclamase una mayor representación en el Ejecutivo.
De esta forma, abrió la puerta a que los de Andueza tuviesen más fuerza en la nueva coalición, aunque sin precisar si eso se traduce en más carteras o en «contenido diferente». Por su parte, y tras la reunión de la dirección del PSE, el socialista Eneko Andueza remitió un comunicado apuntando también en esta dirección, al asegurar que el acuerdo de coalición debe tener como guía el programa y los principios de su partido, y que sus votos se reflejen con «claridad y contundencia» en la representación en las instituciones.
Entre las políticas progresistas defendidas por los socialistas durante la campaña y que mencionó Andueza, están las de transición energética, igualdad, vivienda y el empleo, lo que a su juicio ha sido lo que llevó a los votantes a depositar la papeleta del PSE el pasado domingo. «[Esas políticas] han ganado estas elecciones porque los vascos y las vascas han preferido al PSE-EE para defender un futuro mejor y hacer lo mismo con los servicios públicos, con la educación, la sanidad, los cuidados», plasmó el candidato socialista, sin mencionar con qué fórmula pedirá más presencia en la nueva coalición que gobernará en la Lehendakaritza.●
avisó por boca de su secretario de Organización, Ismael González, de que va a «hacer una campaña propia» y con sus «recursos». Con este escenario actual, el debate sobre la relación entre ambas formaciones, explicó el dirigente, se llevará al congreso en el que IU elegirá a su nueva dirección (18 y 19 de mayo). Nadie está planteando, al menos por ahora, una ruptura total con Sumar.
La negativa de Díaz a colocar a IU en el segundo puesto de la lista ha sido el motivo de la discordia, pero la federación también recordó que Sumar no puede taparse los ojos ante pérdida de tirón en las encuestas. ●