Joaquim Coll Sánchez, sinceridad o golpe táctico
Lo que hemos vivido es- en el que cundió el pánico tos últimos días en Es- ante la sospecha de que paña, tras la carta per- la amenaza de dimisión iba en sonal de Pedro Sán- serio, y lograr el cierre de filas chez anunciando que de los socios parlamentarios estaba pensando en alrededor de Sánchez. dimitir, ni tiene precedentes Hay que reconocer que ha logrado ni se repetirá seguramente mantener la incertidumbre nunca más. Frente a su misi- hasta el último momento, va solo había dos opciones. creando una cascada Creer que era sincero cuan- de sentimientos favorables a do afirmaba que ya no podía su persona y a su partido, como más ante los ataques que reci- la encuesta exprés del CIS bía su familia, particularmen- refleja con un importante subidón te su esposa, y que por ello so- para el PSOE. Así pues, pesaba renunciar a la Presi- la jugada táctica habría alcanzado dencia del Gobierno. Creer sus tres objetivos. que estábamos ante un gesto Ahora bien, ha fallado en la personal, sin impostura ni cál- esperada comparecencia de culo partidista, pues con su ayer en el Palacio de la Moncloa, posible sacrificio quería de- donde se ha quedado nunciar la máquina del fango muy corto en las explicaciones. ¿Qué justifica, ahora sí, su continuidad? ¿Qué ha cambiado o propone reformar para que merezca la pena seguir en la Presidencia? Sánchez afirma que se propone «trabajar sin descanso» para la «regeneración democrática». Bonitas, pero, por ahora, vacías palabras. Como ha escrito en X el exministro socialista Jordi Sevilla, «le ha faltado ofrecer un pacto institucional al PP para poner fin a la crispación, incluyendo un código ético que regule las actividades de familiares de los presidentes del Gobierno y ministros». Igual por ahí se podría empezar si de lo que se trata es de salvar el debate público de nuestra democracia. ● en la que se ha convertido la política con la colaboración de algunos medios y jueces. La otra lectura sobre su insólito gesto es que estábamos asis- tiendo a un golpe táctico para sacudir la dinámica de la le- gislatura, aprovechando la realidad del acoso sobre su fa- milia y el juego sucio de de- nuncias falsas y bulos, que por otro lado no es de ahora ni ocurre solo en España.
Tras la comparecencia de Sánchez dando a conocer que sigue, y ante su parco discurso, salta a la vista que quería agitar el tablero con un shock emocional con tres objetivos. Primero, ganar el relato sobre la degradación del clima de convivencia, haciendo cómplice al PP de ese tipo de prácticas inciviles. Segundo, proyectar una imagen suya más humana, diferente del político cínico, capaz de todo para mantenerse en el poder. Y, tercero, llamar a la movilización ante las próximas citas electorales, despertar a su partido,
Nunca antes habíamos viajado tanto, tan lejos, tan rápido, tan compulsivamente. Unos 1.300 millones de personas salen cada año de sus países en busca de destinos exóticos, una cifra que no para de crecer. Hay mucha curiosidad, muchas ganas de aprender, pero también mucho viajero moviéndose como pollo sin cabeza, aquejado de una nueva enfermedad que algunos llaman FOMO (siglas en inglés de Fear of Missing Out, miedo a perderse algo).
Es un efecto perverso de esas redes sociales que recomiendan el sitio desconocido, la foto, puesta de sol o extravagancia imperdible que tienes que hacer en todo viaje, llevándonos a los mismos sitios para ver y hacer lo mismo, rechazando todo aquel lugar que no cuente con las famosas cinco estrellas de Google. Viajar a golpe de redes se ha convertido en una tendencia nociva para la salud mental (demasiado estrés), que expulsa a los locales de los centros históricos o pequeños pueblos bonitos y daña el medio ambiente.
Cambiemos las preferencias. Porque verlo y hacerlo todo no da la felicidad, todo lo contrario. Masifica unos pocos lugares ignorando a todos los demás. Nos vamos a la Provenza para admirar las plantaciones de lavanda ignorando la espectacular floración de cantuesos que ahora mismo tiñe de morado toda Extremadura. Nos amontonamos en Dubrovnik olvidando Ávila o Lugo.
Volvamos a lo auténtico, a lo pequeño, que al final es lo más importante si tenemos la suerte de poder compartirlo con amigos. Gente que quieres y te quiere en sosegados paisajes del alma, momentos inolvidables que nadie podrá quitarte porque forman parte de recuerdos inolvidables que atesoramos con felicidad en ese espacio menguante, nunca suficientemente grande, llamando vivencias. Y a las redes, que les den por saco. ●
Con su comparecencia, el presidente parece haber conseguido los objetivos que perseguía
El socialista se ha quedado corto en sus explicaciones públicas a la ciudadanía
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–Papá, te llamo porque el coche no arranca. –Hijo, si no conduzco yo te tienes que sentar en el otro lado. @T_Stockmann
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