La paradoja española: cuatro millones de casas vacías en un país con gran falta de oferta
LA MITAD de estos inmuebles se encuentra en localidades de menos de 10.000 habitantes EL BANCO DE ESPAÑA calcula que el déficit de pisos llegará a 600.000 en 2025, lo que aumenta su precio
La búsqueda de un piso no es actualmente una tarea fácil en España. De media, en los primeros diez días desde que se pone un anuncio de alquiler, 50 personas contactan con el propietario para intentar arrendarlo, según un reciente estudio de Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos. El desequilibrio entre oferta y demanda reside en el centro del problema del acceso a la vivienda. El Banco de España calcula que la escasez irá en aumento hasta alcanzar un déficit de cerca de 600.000 inmuebles en 2025. Frente a esa carencia, España acumula paradójicamente casi cuatro millones de casas vacías.
A pesar del aparentemente elevado número de pisos vacíos, muchos de ellos se ubican en zonas poco habitadas donde no existe una demanda fuerte de vivienda. «Ahora mismo los mercados tensionados están en las grandes ciudades y, por extensión, en sus áreas metropolitanas. Ahí el volumen de viviendas vacías es muy pequeño», explica Josep Maria Raya, catedrático del Tecnocampus en la Universidad Pompeu Fabra (UPF).
De acuerdo con el análisis del Banco de España, el 45% de las casas desocupadas se concentra en municipios de menos de 10.000 habitantes, donde apenas reside el 20% de la población española. En cambio, apenas un 10,5% de las viviendas vacías se localizan en ciudades de más de 250.000 habitantes. Estos pisos representan el 7,5% del parque inmobiliario de las grandes urbes. Según los datos del INE, Ourense es la provincia donde más peso tienen las
●●● Hasta la fecha, la mayoría de medidas de las administraciones públicas para devolver las casas vacías al mercado han sido por la vía fiscal. Por ejemplo, la Ley de Vivienda incluye una bonificación del 50% en el IRPF para los pequeños propietarios que alquilen vivienda en los territorios de zonas tensionadas. La nueva norma abrió también la puerta a que los ayuntamientos puedan recargar entre un 50% y un 150% el IBI de las viviendas que lleven vacías más de dos años si el propietario es dueño de más de cuatro inmuebles. Los propietarios rechazan este «castigo» fiscal y consideran que no existen suficientes incentivos para animar a sacar viviendas vacías al mercado.
casas desocupadas: el 43,7% de sus viviendas está sin habitar. En el extremo opuesto, en Madrid y en Barcelona menos del 9% de las viviendas están desocupadas,
al igual que ocurre en las tres provincias vascas.
Ahora bien, incluso aunque haya viviendas vacías en grandes ciudades existe otro problema: muchas de ellas no están listas para entrar a vivir. «Son viviendas más antiguas y en peor estado de conservación que las que hay en promedio en el mercado, especialmente en las grandes ciudades», explica Raya. Y aquí surge otro contratiempo: la «relativamente modesta» capacidad para reacondicionar la vivienda.
En 2023, se concedieron en España unos 25.000 visados de rehabilitación, una cifra inferior también a las ratios de rehabilitación de las grandes economías europeas. Según los datos del Banco de España, en Francia y Alemania se reacondiciona cada año respectivamente un 2% y un 1,5% del parque de vivienda.
«Ahí todavía tenemos una oportunidad con los fondos Next Generation para reactivar y actualizar estas viviendas, porque muchas de ellas tienen problemas de consumos muy altos», señala el catedrático de la UPF. El impulso a la rehabilitación es uno de los objetivos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que se propone aprovechar los fondos europeos para reacondicionar más de 500.000 viviendas e incrementar así la oferta de pisos habitables.
En esa línea, el Gobierno central se ha fijado como meta llegar a las 300.000 viviendas rehabilitadas cada año en 2030, una cifra que, a tenor de los datos actuales, parece todavía muy lejana. El Banco de España precisa que la falta de trabajadores y su progresivo envejecimiento está lastrando la productividad del sector del ladrillo y apunta a la necesidad de impulsar la rehabilitación de inmuebles aprovechando los fondos europeos para alcanzar niveles equiparables a los de las grandes economías europeas. ●