Rebecca Yarros
Las dos primeras novelas de la saga ‘Empíreo’ han vendido 6 millones de ejemplares, y la segunda entrega ha batido récords en España. Hacía años que no se veía un furor igual
Es el fenómeno editorial del que todo el mundo habla. La saga de fantasía Empíreo (Planeta), más conocida como Alas de sangre –título que da nombre a la primera novela–, se ha convertido en todo un fenómeno de masas en menos de un año. Las cifras hablan por sí solas.
Las dos primeras novelas han vendido más de seis millones de ejemplares en el mundo, de los que casi medio millón se han adquirido en España. En redes, son muchos los que aseguran que estos libros les han reenganchado a la lectura; en las librerías, hacía tiempo que no veían un furor similar por una saga. De hecho, Alas de hierro, el segundo libro, batió récords de ventas en su primera semana en España. Pero ¿qué hay detrás del fenómeno ? Dragones, magia, un ritmo trepidante... y una historia de amor imposible.
Mundo en guerra
Empíreo se desarrolla en el reino de Navarre, en guerra desde hace años y con las cicatrices aún abiertas por la última rebelión.
La primera entrega sigue la vida de Violet Sorrengail, una joven que a sus 20 años se ve obligada a escoger el camino para el que no nació y que le puede costar la vida: ser jinete de dragón, la especialidad que cuenta con la tasa de mortalidad más alta de todo Basgiath, el colegio al que van los jóvenes para prepararse en el oficio de la guerra.
Dragones
Sin entrar en mucho detalle para evitar spoilers, uno de los puntos fuertes de Empíreo son los dragones, un recurso en este tipo de género que siempre vende y que, en este caso, se convierte en un elemento fundamental sobre el que se vertebra la historia.
La conexión que desarrollan con los jinetes es única, con diálogos ácidos llenos de sarcasmo e ironía. La humanización de estas criaturas mágicas, a las que se despoja de esa imagen de arma letal que siempre las ha acompañado, es una de las claves del éxito.
Historia de amor imposible
En Alas de sangre no podía faltar un romance de esos que traspasan las páginas, un enemies to lovers de manual. En el colegio de guerra, Violet
no estará sola. Allí se reencontrará con Dain, su amigo de la infancia y amor platónico convertido ahora en jinete de dragón. Su amistad, sin embargo, se verá amenazada por Xaden, un joven poderoso y letal, hijo del líder que años atrás pergeñó la rebelión que trató de dividir al reino. Xaden, cuyo padre murió a manos de la madre de ella, solo buscará venganza.
Las heroínas funcionan
Casi siempre son ellas, mujeres de carácter fuerte y de ideas claras, quienes protagonizan los young adults de fantasía que con el tiempo se convierten en bestsellers. Las heroínas funcionan. Uno de los casos más recientes fue el de Katniss Everdeen, la chica en llamas que desafió con sus flechas al Capitolio y levantó una revolución en Los juegos del hambre. Pero hay más ejemplos, como el de Tris Prior en Divergente.
En Empíreo, la heroína lleva por nombre Violet Sorrengail, y, aunque de primeras la fuerza no sea su punto fuerte, su inteligencia la hace brillar por
encima del resto. Su arrojo, así como su perspicaz y aguda personalidad, hacen de ella un personaje absolutamente necesario y diferente.
Ritmo trepidante
Si solo pudiéramos destacar una cualidad de Rebecca Yarros, la autora estadounidense detrás de la saga, sería sin lugar a dudas el ritmo trepidante con el que va desgranando la historia. La novela es brutalmente adictiva, pues Yarros tiene una capacidad única para conseguir que la narrativa no decaiga ni un segundo, todo un logro si se tiene en cuenta que la primera novela se desarrolla a lo largo de 700 páginas. Con esta habilidad,
60.000 ejemplares
vendió en la primera semana el segundo libro, récord en España de la última década
Especializada en género romántico, de fantasía y de ficción juvenil, Yarros (Wasghington, 1982) cuenta con más de 15 novelas a sus espaldas. El éxito rotundo, sin embargo, le llegó en 2023 con Alas de sangre, el «viaje narrativo» de su «vida». no es de extrañar que el final de Alas de sangre sea tan impactante y te deje con ganas de seguir leyendo más.
De publicación rápida
Para todos aquellos que no quieran engancharse a una nueva saga y tener que esperar décadas en terminarla (recordemos que los fans de Canción de hielo y fuego llevan diez años anhelando un sexto libro que no llega), cabe destacar que Rebeca Yarros escribe rápido.
La primera novela la publicó en mayo de 2023 (agosto en España) y la segunda llegó a las librerías tan solo seis meses después. Algo similar pasará con Onyx storm (Tormenta de ónice), como se titulará la continuación, pues aterrizará en EEUU en enero de 2025. Planeta, de momento, no ha confirmado cuándo llegará a España.
La saga, que en un primer momento surgió como trilogía, constará finalmente de cinco entregas y, según ha contado la propia Yarros en innumerables entrevistas, tiene muy claro y definido el arco que quiere abordar en cada una de ellas.
Habrá serie
Un fenómeno así no podía quedarse fuera de la pequeña pantalla, por eso Amazon, que vio el filón enseguida, se hizo con los derechos antes incluso de que se publicara el primer libro.
La adaptación contará con la autora como productora ejecutiva y los responsables del proyecto ya se han comprometido a evitar el error en el que cayeron David Benioff y D. B. Weiss en Juego de tronos: emitir el final antes de que la autora publique el suyo.
Salto en TikTok
Hace muchos años, J. K. Rowling tuvo en vilo a medio mundo durante más de una década. Así, entre libro y libro, los fans de Harry Potter saciaban su sed de respuestas con los blogs y los portales en los que compartían teorías y elucubraciones. Era otra época. Ahora, ese mismo proceso, que ha ocurrido a lo largo de los años con tantas franquicias literarias pero también televisivas, se ha trasladado a Tik Tok, la red social de vídeos cortos que ha viralizado Empíreo.
Allí, miles de jóvenes lectores se concentran para buscar respuestas a las incógnitas que ha ido dejando la autora a lo largo de las dos novelas. En 2025 saldrán de dudas. Hasta entonces, solo queda teorizar... ●