«Los golpes de Estado se hacen hoy entrando en las instituciones»
Acaba de publicar, con Fernando Eguidazu, el libro España, terra incognita, un duro, razonado y argumentado análisis del momento político que vivimos… y la incertidumbre total del futuro. Es el último de los parlamentarios de la legislatura constituyente (1977) que sigue en la política activa, ahora como eurodiputado del PP. Pero dice que en junio se retira.
¿Cómo que deja la política?
Porque en agosto cumplo 80. He hecho todo lo que tenía que hacer o al menos lo que me han dejado. En los últimos años en Bruselas lo he pasado bien y he aprendido mucho. Pero ya conozco el juego y, cuando te lo sabes, deja de ser divertido. Dice en el libro que vamos hacia un cambio de régimen, ¿a qué se refiere? El primero que dijo que la Transición había sido un acto fallido y que ahora había que hacer ‘la buena’ fue Pablo Iglesias. ¿Hacia qué? Hacia una república plurinacional, confederada, con unos territorios con más derechos que otros e intervenida económicamente. Eso es
el populismo latinoamericano. Y es a donde nos pretenden llevar. Los golpes de Estado ya no se hacen bombardeando, sino entrando en las instituciones, erosionándolas desde dentro, vaciándolas de contenido y convirtiéndolas en otra cosa. En el libro lo llamamos ‘taxidermia’.
¿Y eso está ocurriendo en España?
Lo estamos viviendo aquí, sí. A cambio de unos votos y de más cosas. Yo creo que los independentistas catalanes no proclamarán la independencia. En este proceso lo que se plantea es esa taxidermia: no aspiran a la soberanía nominal, porque se quedarían fuera de la UE, sino a la soberanía efectiva.
Si eso sucede, ¿en qué se convertirá España?
En una confederación asimétrica. El ‘poder central’ no tendría casi control sobre
esos territorios; quizá queden algunas competencias sobre Defensa y Exteriores, aunque Cataluña tiene ahora mismo 21 ‘delegaciones’ que actúan como auténticas embajadas. Pero lograrán una Justicia y una Hacienda propias. Su legitimidad vendrá de los ‘derechos históricos’, no de la Constitución como ahora… Me lo dijo alguien del PNV tras hablar con los ‘indepes’ catalanes: «Ya no se trata de sacar a Cataluña y a Euskadi de España; sino de sacar a España de Cataluña y Euskadi».
¿La amnistía es inconstitucional? Quienes la apoyan argumentan que no está prohibida en la Constitución.
Naturalmente.
Claro que no. Ni la gripe. Ni la ablación del clítoris. Ni la invasión de Portugal. Ni la esclavitud. Ni mil cosas más. Eso
no quiere decir que se puedan hacer, es un disparate perverso.
¿Ve muy cambiado al PSOE?
Sin la menor duda. Antes era un partido socialdemócrata clásico. Ahora es un partido radical de
corte italiano. Necesitan la polarización de la sociedad para mantener su clientela, o esta se irá a los extremos.
En las últimas elecciones portuguesas ganó el PSD, el PP portugués. Pero se negó a pactar con la extrema derecha. ¿Por qué aquí no hacen ustedes lo mismo? Porque en Portugal el gobierno no depende de los votos de unos partidos que pretenden separar de la nación común a la parte más rica, mediante un golpe de Estado como el de 2017. En España fue el PSOE de Zapatero quien firmó con ellos el pacto del Tinell en 2003: jamás se pactaría con la derecha. Eso es negar la alternancia, que es tanto como negar la democracia. Vox a mí no me gusta nada de nada, pero es un partido constitucional. ●