Cinco detenidos, dos en el extranjero, por la muerte de un vecino de Coria
La Policía Nacional ha terminado de esclarecer la muerte de un hombre que desapareció hace unos meses de su casa en Coria del Río y cuyo cadáver fue hallado en el interior de un pozo con tres disparos de escopeta. La investigación, que se ha desarrollado en dos fases, se ha cerrado con cinco detenidos, dos de ellos en el extranjero, en un caso que los agentes vincularon con un asunto de drogas entre clanes del Bajo Guadalquivir que se remonta a muchos años atrás.
La víctima salió de su casa para desayunar el 21 de junio y no regresó jamás. Unos días después, la Policía, que ayer ofreció en Sevilla los detalles de la operación, denominada Thazard (melva en inglés), encontró calcinado en Torreblanca el vehículo en el que el desaparecido fue visto por última vez. Los agentes consiguieron averiguar el itinerario que había seguido y reunir indicios que apuntaban a la presunta implicación de cinco personas, tras lo que montaron un operativo de entrada y registro en la vivienda del principal sospechoso, también en Coria del Río.
Los efectivos policiales fueron recibidos a tiros en una intervención en la que, además, perdió la vida una persona mayor ajena a los hechos, que sufrió un infarto al presenciar el tiroteo. Finalmente, el sospechoso fue detenido y en la vivienda se intervino una escopeta. De manera coordinada, la Policía también detuvo en Badajoz a la hija y al hermano del sospechoso. Unos días después, el cuerpo sin vida del desaparecido fue hallado en el interior de un pozo abandonado en la localidad cercana de Pilas. Tenía tres disparos de escopeta en diferentes partes del cuerpo, que coincidían con el arma intervenida en el registro.
La investigación permitió determinar que el principal sospechoso organizó un encuentro con la víctima alegando que quería hablar de negocios, para terminar con su vida esa misma mañana. Ambos se marcharon juntos hasta la finca de Pilas en la que se localizó el cuerpo, donde les esperaban el hijo del sospechoso y un amigo de este, quienes presuntamente abrieron fuego contra la víctima. Estos últimos consiguieron huir a Alemania, donde estuvieron residiendo y trabajando, para trasladarse después a Países Bajos en un intento por evitar la detención. Pero la Policía Nacional, en colaboración con la red Enfast de localización de fugitivos, ha conseguido arrestarlos.
La Policía explicó ayer que entre la familia de los arrestados y la de la víctima existían «desavenencias históricas en el tiempo por temas relacionados con el tráfico de hachís». Al parecer, según publica Diario de Sevilla, los problemas surgieron hace una década cuando la víctima robó una partida de hachís a los ahora detenidos.