¿MEDICINA ESTÉTICA PARA TU PIEL?
¿Notas el cutis apagado, menos firme, con manchas...? Es el momento de descubrir lo que distintos tratamientos pueden hacer por ti
Los dermatólogos y médicos estéticos coinciden: el otoño es la mejor época para ponerse en manos de profesioneles y pasar revista a la piel del rostro y darle un ‘chute’ de vitalidad. «Volvemos del verano pensando qué bien lo hemos pasado y, sobre todo, cuánto nos hemos pasado con la piel (sol, salitre, cloro, dejadez en las rutinas…). La piel sufre en silencio y vuelve de las vacaciones deshidratada, con el colágeno al mínimo, intoxicada, apergaminada, con manchas, opaca…». Así de sincero se muestra el doctor Leo Cerrud cuando describe el estado de la piel del rostro en septiembre. Y no está solo en estas declaraciones. El doctor Pedro Jaén también recomienda en esta época del año tratamientos destinados «a reparar el daño cutáneo asociado a la exposición solar, renovando la superficie de la piel y estimulando la regeneración de los tejidos desde el interior».
QUÉ TRATAR Y CÓMO
Entonces ¿cuál es la prioridad en esta época del año y por qué el otoño es el momento adecuado para ponerse en manos de la medicina estética?
Las manchas, la hidratación, el descolgamiento leve o la luminosidad son algunos de los problemas con los que nos encontramos tras el verano. En cuanto a la época del año, esta es la idónea primero porque venimos de ‘castigar la piel’ y, segundo, porque en otoño llevamos un ritmo de vida más sosegado, el sol es menos intenso y no estamos tan expuestos a él.
MANCHAS EN LA PIEL
Dicho esto, ¿cuáles serían los tratamientos más adecuados para ‘solventar’ las cuestiones estéticas planteadas?: «No es momento de agresiones o de técnicas ablativas, ahora toca aliviar, regenerar, estimular y recuperar», explica el doctor Cerrud. Según el profesional, no son pocos los casos de pacientes que han usado para despigmentar su rostro soluciones como «bicarbonato, vinagre, leche… que carecen de rigor científico y puede irritar la piel…». Del mismo modo aclara que «las cremas despigmentantes de venta sin receta médica no pueden llevar hidroquinona o llevan un porcentaje tan bajo que es imperceptible». Su recomendación es un combinado de ‘peeling’, mesoterapia y mascarilla «para eliminar o disminuir pigmentaciones e incluso tratar posibles secuelas de brotes acneicos». Por su parte, el doctor Pedro Jaén recomienda para manchas asentadas «láser del pigmento o de picosegundos, uno de los más efectivos para acabar con cualquier tipo de mancha cutánea». Según explica, no es un tratamiento doloroso y se ocupa de manchas solares y hormonales. «Se trata de un aparato que emite una gran cantidad de energía en pulsos muy cortos que generan un potente efecto fotoacústico capaz de provocar un daño controlado en las capas profundas de la piel sin dañar tejidos adyacentes ni quemar la epidermis», explica.
PIEL MÁS FIRME Y LUMINOSA
Para mejorar la calidad de la piel, compactarla y recuperar elasticidad, la aparatología basada en la radiofrecuencia es eficaz y con resultados apreciables, bien con efecto inmediato o en equipos más potentes con resultados más duraderos y que se evidencian al cabo de tres meses. Este último es el caso de Thermage, una corriente de radiofrecuencia que, aplicada sobre la piel, va a producir un aumento de la temperatura de la dermis (de no más de 60º). La energía pasa a través de la epidermis y se queda en la dermis. Se genera una resistencia al paso de la corriente (bioimpedancia). Esta resistencia va a originar calor, que será responsable del tensado y la firmeza de la piel. Según el doctor Cristian Bayton, experto en la aplicación de esta técnica, es perfecto para pieles con algo de flacidez porque compacta el tejido y lo reposiciona. «En un primer momento se produce una leve inflación que ya estira la piel, además, lo que se busca es que con el tiempo (unos tres meses) el fibroblasto que se ha estimulado con la aplicación del calor fabrique nuevas fibras de colágeno que se encarguen se este efecto», informa. El tratamiento se realiza una vez al año.
El precio varía según la técnica, el centro y el número de sesiones, pero lo verdaderamente importante es ponerse en manos de profesionales.