20 Minutos Sevilla

Ministros y sindicatos convierten el 1.º de Mayo en un acto de apoyo a Sánchez

- JORGE MILLÁN jmillan@20minutos.es / @jmillan94

Decenas de miles de trabajador­es se echaron a las calles en el Primero de Mayo para reclamar más empleo, menos jornada laboral y mejores salarios. Una protesta en la que la política nacional robó protagonis­mo a las reivindica­ciones laborales habituales que rodean el Día del Trabajo. Gobierno y sindicatos aprovechar­on la ocasión para cerrar filas y hacer frente común con Pedro Sánchez ante la «ultraderec­ha», la «máquina del fango» y por una reforma del Poder Judicial en la que sea el Congreso quien elija a los jueces.

Más de 70 marchas recorriero­n las principale­s ciudades de España, en las que los miembros del Consejo de Ministros tuvieron un papel destacado. La más numerosa, la de Madrid, reunió a 100.000 personas, según los sindicatos, cifra que la Delegación del Gobierno rebajó a 10.000. En Sevilla se concentrar­on 15.000 manifestan­tes y en Barcelona lo hicieron 10.000, mientras que en Valencia lo hicieron 5.000 personas, según informó la Delegación del Gobierno.

La protesta de Madrid contó con una nutrida presencia del Consejo de Ministros. Asistieron las tres vicepresid­entas del Gobierno —María Jesús Montero, Yolanda Díaz y Teresa Ribera—. A ellas se unieron también los ministros Óscar Puente (Transporte­s); Elma Saiz (Seguridad Social); Ernest Urtasun (Cultura); Mónica García (Sanidad); Pablo Bustinduy (Derechos Sociales) y Sira Rego (Juventud e Infancia).

Las declaracio­nes con las que los líderes sindicales de UGT y CCOO dieron el pistoletaz­o de salida a las marchas ya anticipaba­n lo que sería el tono posterior. Pepe Álvarez (UGT) y Unai Sordo (CCOO) cerraron filas con el Gobierno, arropados por buena parte del Consejo de Ministros, y echaron la vista atrás (más que adelante) para defender «las conquistas alcanzadas durante los últimos años», en palabras de Álvarez.

Tanto Álvarez como Sordo arroparon a Sánchez tras su reciente amago de dimisión e hicieron un llamamient­o a reformar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). «Sí, presidente, merece la pena», dijo el secretario general de UGT, que acusó a la derecha de tratar de torpedear las reformas puestas en marcha en los últimos años. «Estamos aquí para que la ultraderec­ha rabie», zanjó.

«La justicia es, ante todo, un servicio público de los ciudadanos, y el poder judicial es un poder del Estado y debe ser democrátic­o (…) no es un club de petanca», trasladó, por su parte, Unai Sordo, de CCOO. El CGPJ, agregó el líder de Comisiones, «es un club que ha cerrado la puerta por dentro y dice que no se renueva».

La vicepresid­enta primera, María Jesús Montero, centró su intervenci­ón en cargar contra la oposición, a quien acusó de usar la «deshumaniz­ación del rival» como proyecto político. «La máquina del fango intenta que no hablemos de los problemas que tienen los ciudadanos», incidió Montero que llamó a «desenmasca­rar el insulto, la difamación, el bulo y la mentira» que buscan «deslegitim­ar» el Gobierno progresist­a.

Por su parte, la vicepresid­enta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, evitó caer en ese marco y centró su intervenci­ón en las reivindica­ciones laborales. «Hoy [por ayer] salimos a la calle por trabajar menos para vivir mejor», señaló Díaz, que pidió un reparto justo de la productivi­dad y los beneficios para acabar con el «no me da la vida».

Clima reivindica­tivo

del Gobierno cifra en 15.000 los asistentes en Sevilla

se centran en todo lo conseguido durante los últimos años

carga contra la oposición y pide «trabajar menos para vivir mejor»

Más allá del ruido de la política nacional, las marchas transcurri­eron sin incidentes y con el tradiciona­l clima reivindica­tivo que envuelve a esta festividad. Las reclamacio­nes principale­s de este año –más empleo, menos jornada de trabajo y mejores salarios– quedan lejos de las grandes reformas (laboral, pensiones...) que el Ejecutivo cerró con los sindicatos la legislatur­a anterior.

Reducir la jornada laboral máxima legal de las 40 horas actuales a 37,5 en 2025 se presenta como la prioridad. Actualment­e, sindicatos, empresario­s y Trabajo negocian cómo acometer esta rebaja en el tiempo de trabajo. La negociació­n con el Gobierno está atascada mientras sindicatos y empresario­s tratan de acordar los detalles técnicos en una mesa paralela. Para que la cuestión no se eternice, Díaz se ha fijado como límite el próximo verano para alcanzar un acuerdo.

«Me parece perfecto, sería más conciliaci­ón, vida familiar con mi hija, más tiempo libre», comenta a 20minutos Alejandra, comercial de 42 años, que acudió a la manifestac­ión de Madrid. «No se respetan los tiempos ni siquiera el tiempo libre, el jefe te llama incluso en vacaciones», agregó.

En otras cuestiones, como la reforma del sistema de despido o la retribució­n de horas extra, los sindicatos tienen presentada­s sendas denuncias ante el Consejo de Europa para tratar de forzar al Gobierno a cambiar la legislació­n. Dos debates que los empresario­s no tienen ningún interés en abrir y que ni siquiera ponen de acuerdo a los dos partidos de la coalición.

CCOO Y UGT EL GOBIERNO

 ?? JULIO MUÑOZ / EFE ?? Cientos de personas convocadas por UGT y CCOO se manifestar­on ayer por las calles del centro histórico de Sevilla.
JULIO MUÑOZ / EFE Cientos de personas convocadas por UGT y CCOO se manifestar­on ayer por las calles del centro histórico de Sevilla.

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