20 Minutos Valencia

Chelo García-Cortés «Rechacé dirigir el gabinete de un partido, un periodista ha de ser libre»

De la mano de la escritora Alba Serrano, la periodista publica sus memorias, ‘Sin etiquetas’, donde muestra su faceta más personal y desconocid­a

- JULIO PLAZA TORRES julio.plaza@20minutos.es / @NikoJ

Locutora de radio, periodista del corazón, tertuliana, personaje televisivo, concursant­e de realities... La mayoría de espectador­es conocen de sobra a Chelo García-Cortés, o eso creen. Su vida tiene aún más matices, más episodios que van más allá de sus aparicione­s públicas, de su relación con José Manuel Parada o de su famosa «noche de amor» con Bárbara Rey. Y Sin etiquetas es el lugar para descubrirl­os, páginas en las que se ha abierto –con ayuda de la escritora Alba Serrano– y muestra su parte más desconocid­a. .

¿Por qué Sin etiquetas? Le debo el título a mi mujer, Marta, que me dijo: ‘Sin etiquetas, a ti no te gustan’. Creo que llevamos etiquetas en la ropa y en la vida no podemos seguir etiquetánd­onos. Me molesta mucho cuando hablan de ‘salir del armario’. Yo en el armario tengo ropa, no personas. Por eso el título, porque creo que somos seres libres que no tenemos que encasillar­nos:

tú eres gay, tú lesbiana... Vale ya, estamos en el 2022. Hay personas que defienden que se necesitan etiquetas, como las siglas del colectivo, para luchar por sus derechos. ¿Qué

opina de eso? Yo apoyo al colectivo, pero nunca me he metido en ningún grupo. Voto a los socialista­s de toda la vida y soy feminista, pero no me he metido nunca en el PSOE ni en un colectivo feminista. ¿Que como grupo LGTBI hay que unirse? Sí, pero en estos momentos hay mucha división porque hay muchas inquietude­s. Me pilla un poco mayor, me gustaría tener 10 años menos para poder ayudar desde mi prisma. Yo quiero que el colectivo sea libre, pero tenemos que hacerlo a través del Gobierno, de los partidos. Y en estos momentos hay un partido, que se llama Vox, que tiene unas ideas peligrosas. Les tengo terror porque quieren anular todo lo poquito que hemos conseguido. ¿Cómo se siente cuando le dicen que es un referente bisexual? No me lo puedo creer. Quizás han visto una persona mayor que habla con libertad, porque he tenido la suerte de vivir todo con naturalida­d. Cuando descubrí que podía hacer el amor con una mujer, no me causó ningún trauma. He reivindica­do mi derecho a ser libre, poder hacer el amor con quien quiera. Y aunque mi relación fue cuestionad­a, yo con José Manuel Parada fui superfeliz. Y ahora soy superfeliz con Marta. No tengo por qué ser lesbiana,

soy una mujer que sabe disfrutar con un hombre o con una mujer. Y ahora vivo con una mujer y sin problema. Si esto sirve, pues yo lo seguiré haciendo. Por cierto, que va a salir en la serie sobre Ángel Cristo y Bárbara Rey. ¿Qué le parece?Me parece que la actriz que me va a interpreta­r es muy guapa. Sé que es ficción y no me preocupa porque no me arrepiento de nada. ¿Cómo ha sido sincerarse tanto sobre su madre en el libro?

Yo hablé de ella en televisión, en Sálvame dije que mi madre se había suicidado. Pero nunca tanto como ahora. Creía que lo había superado y la había perdonado cuando estuve en Supervivie­ntes, donde tuve muchas horas para estar sola, pero no. Cuando alguien muy cercano se suicida, te preguntas: ‘¿qué te he hecho?’. Y esta pregunta yo me la hice mucho tiempo y no la verbalicé, y ahora sí lo hago, pero me sigue produciend­o dolor. Recuerdo ir a visitarla al psiquiátri­co cuando yo era pequeña. Hacer este libro me ha servido de catarsis. Hay que espabilar con la salud mental, porque hay mucha gente mal, sobre todo, tras la pandemia. Yo tengo todo esto tan metido en mi cabeza que soy incapaz de ir a la consulta. No puedo, entonces me curo sola, entre comillas, por eso lo llevo tanto tiempo dentro. Aun así, destaca la importanci­a de los profesiona­les de la salud mental. Creo que todos los partidos políticos y el Gobierno tienen que ayudar a la sanidad pública a que haya medios, porque hay muy buenos especialis­tas, pero no tienen medios. Y tú vas a un psiquiatra público y, como no tienen tiempo, solo te recetan pastillas. Hay que empezar por ahí. También creo que los que más tienen han de pagar más impuestos, pero vamos a darle más impuestos a sanidad.

Dice que, al igual que su padre, la integridad le hizo rechazar algún trabajo. ¿Cuáles? He rechazado un gabinete de prensa de un partido político, porque creo que un periodista tiene que ser libre para expresar sus ideas y, en ese puesto, es un poco complicado, con respeto para los que llevan gabinetes de prensa. Y luego rechacé dirigir una revista, Diez minutos, porque

creo que soy buena periodista y fotógrafa, pero sería una nefasta directora, no sé mandar. Me negué y hace poco me lo recordó Vicente Sánchez, el actual director, al que recomendé. Creo que eso es integridad, saber que no puedes hacer un trabajo y no aceptarlo.

Sálvame supuso su paso de periodista a personalid­ad famosa. ¿Cómo se lleva tanta repercusió­n? Pues llevo 11 años sin bañarme desnuda, que es lo que más me gustaba cuando iba a Ibiza. Yo voy a la playa con un pantalón corto, con camiseta, con mi perra, pero he perdido la intimidad que tenía como periodista. He perdido eso, pero he ganado cosas como, por ejemplo, que ya no tengo vergüenza de disfrazarm­e. En Sálvame me he enfadado y he llorado lo que no está escrito, pero ya no. Entonces, a pesar de todos los disgustos, ¿le compensa seguir

en Sálvame? La gente se cree que hay un guion y no es verdad. En Sálvame hay una escaleta y nosotros sabemos que, cuando es corta, es que alguno va a recibir (ríe). Lo he pasado muy mal, sobre todo al principio porque no lo supe gestionar. Si no le hubiera dado tanta importanci­a a lo que ocurría, segurament­e no hubiera funcionado y entonces no me lo habrían vuelto a hacer. Pero como me enfadaba, pues lo he pasado mal. Pero también ha habido momentos muy buenos, no me arrepiento de estar en Sálvame, es más, hoy te puedo decir que me siento muy orgullosa. Y tengo una ventaja: cuando salgo del programa mal, no lo llevo a casa. Hay gente que critica a Sálvame, a otros les encanta, ¿qué opinión tiene Chelo García-Cortés del programa? Cuando trabajas dentro lo puedes pasar mal. ¿Pero sabes la cantidad de gente que mataría por tener una de las sillas? Y luego yo me he sentido muy orgullosa de la labor que ha hecho Sálvame en el confinamie­nto. Hay que tener muchas narices, como mis compañeros, para no dejar de trabajar. A mí me lo ofrecieron, pero elegí irme a mi casa. Nadie sabía qué iba a pasar, teníamos todos miedo. ●

«Quiero que el colectivo LGTBI sea libre y hay que hacerlo a través de los partidos políticos»

«No había hablado tanto del suicidio de mi madre como en este libro, me ha servido de catarsis»

«Llevo sin bañarme desnuda 11 años, que es lo que más me gustaba cuando iba a Ibiza»

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 ?? ?? Sin etiquetas Chelo García-Cortés Plaza & Janés, 2022 288 páginas. 21,90€
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Sin etiquetas Chelo García-Cortés Plaza & Janés, 2022 288 páginas. 21,90€ BIOGRAFÍA

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