Las excepciones de Malta y Finlandia
DANIEL RÍOS
Podemos –e IU, en los lugares donde concurren unidos– ha puesto el foco de su campaña en la vivienda para los comicios del 28-M. El pasado domingo, los morados propusieron poner en marcha una legislación para limitar la compra de vivienda a quienes no residan en el municipio en cuestión, con el fin combatir la especulación. No obstante, la UE no ve con buenos ojos este tipo de limitaciones, si bien Podemos cree que hay margen legal para establecer barreras a la compra si se justifica que son proporcionales y favorables al interés general, por ejemplo para combatir la especulación.
Fue la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, la que anunció el domingo en un mitin en Madrid que, «en todos los lugares donde Podemos gobierne con suficiente fuerza», se va a «limitar la compra de vivienda a los no residentes» en las zonas de mercado tensionado que se determinen en aplicación de la recientemente aprobada ley de vivienda. «Las casas son no para especular, sino para vivir», denunció la ministra, mientras fuentes de su departamento explicaron que se permitiría la adquisición de pisos únicamente a las personas –españolas o extranjeras– empadronadas cierto tiempo en el municipio.
Ni el INE ni el Colegio de Registradores de la Propiedad recogen en sus estadísticas las viviendas adquiridas por no residentes en las localidades en las que se efectúa la compraventa. El dato que sí se ofrece es el de ciudadanos no españoles que realizan estas adquisiciones, que en muchas ocasiones coincide porque estos inmuebles se dedican a residencia vacacional. En el último trimestre, por ejemplo, el porcentaje de compras realizadas por extranjeros ascendió al 29,1% en Baleares; al 28,3% en Canarias y la Comunitat Valenciana; o al 21,4% en la Región de Murcia. Y quienes más compran en estas zonas de litoral son británicos, alemanes y franceses, por este orden.
En Baleares, de hecho, la propuesta de limitar la compra de vivienda a no residentes lleva meses siendo estudiada por el propio Gobierno autonómico, liderado por el grupo socialista y del que los morados forman parte. Pero la UE ha expresado sus dudas ante unas limitaciones que podrían ir en contra del libre movimiento de capitales consagrado en los tratados y el Ejecutivo insular no ha tomado todavía una decisión al respecto.
No obstante, la Comisión Europea
también señaló que se podrían admitir limitaciones a la compra por «razones de orden público o seguridad pública, o por razones imperiosas de interés general». Precisamente a esa posibilidad se agarra Podemos, que asegura que las razones de interés general son aplicables a la situación del mercado de la vivienda en muchos lugares en los que se encuentra tensionado, algo
●●● Sí que hay algunos países europeos que limitan la posibilidad de que los no residentes compren vivienda en su territorio, aunque son casos muy particulares y, sobre todo, las restricciones pueden aplicarse porque se negociaron directamente en los tratados por los cuales estos Estados se unieron a la UE, y no una vez estaban ya dentro del club comunitario. Malta es el ejemplo más paradigmático: su reducido tamaño, unido a su auge como destino turístico, llevó a su Gobierno a establecer estas limitaciones cuando accedió a la UE en 2005. Y lo mismo ocurre en el territorio finlandés de Åland, unas islas ubicadas entre Suecia y Finlandia.
de viviendas
fueron adquiridas por extranjeros en Canarias el último trimestre
respecto del sector turístico».
Eso sí: el Observatori DESC también advertía que, según la Justicia europea, «las medidas adoptadas deben ser adecuadas para garantizar la realización del objetivo legítimo perseguido y no pueden ir más allá de lo necesario para alcanzarlo». Es decir: solo se podrían aplicar las restricciones si no hubiera «otras medidas menos restrictivas o coercitivas que puedan conseguir el mismo objetivo». Esto fue lo que impidió que los tribunales comunitarios dieran luz verde a uno de los últimos intentos serios de limitar la compra de vivienda en el seno de la UE, algo que quiso hacer Flandes (Bélgica) en 2009 sin éxito. ●